Opinión | Crónica Política

Javier Sánchez de Dios

El objetivo ¿cumplido?

El señor alcalde de Vigo resumió con destreza el objetivo de su reunión con don Alfonso Rueda: “el pasado es pasado”. Es decir, que el objetivo de normalizar las relaciones entre la Xunta y el Concello ha sido alcanzado de forma que el diálogo entre presidente y el primer munícipe no sea en adelante noticia. Lo que está por ver, según apuntan los escépticos, es cuánto durará la armonía. Como es natural, sería lógico que –aparte de puntuales desacuerdos– la normalidad volviese a presidir las mutuas relaciones. Habrá que esperar para comprobar si eso ocurre, pero la esperanza se ha incrementado.

El cumplimiento de ese primer objetivo parece, pues, conseguido. Cara al futuro, el presidente Rueda afirmó su deseo de que no se repitiesen momentos de tensión y enfrentamiento como los que presidieron la época de Feijóo y de Caballero. Y añadió, don Alfonso, que su buena intención en las relaciones con los municipios de toda Galicia sea de mutuo respeto y, de ser posible, cordialidad. Por su parte, el alcalde aseguró que ya hay acuerdos destacando varios de ellos, publicados ayer mismo por FARO de VIGO. Y esbozó su deseo de abordar también otros de importancia para el conjunto de Galicia.

Dado el diferente alcance de los proyectos, la cuestión ahora es si la suma de apoyos entre Xunta y Municipio dará para conseguir lo que se proponen sus responsables. Referidos los asuntos a elementos tan importantes como el remate hacia el sur del AVE Atlántico, la variante de Cerdedo para el AVE Vigo-Madrid o alguno más que citó don Abel tras la reunión, va a ser imprescindible el apoyo de cuantas más fuerzas vivas, mejor. Por ahora, hay que citar la frase del dirigente vigués al señalar que él tiene muchos amigos con poder en Madrid. Ojalá que esas amistades ayuden, por una vez, a Galicia toda.

En todo caso, y como ya queda dicho, habrá que esperar y ver para certificar. De momento, y sin comparar, procede insistir en la importancia de la entrevista y sus resultados que, sumados a otros de mayor cuantía, como el que renueva el Consejo del Poder Judicial a nivel de Estado, llega en un momento europeo en el que PP y PSOE continentales pactan el gobierno de la Unión. Tras reiterar que las comparaciones son odiosas, y en este caso serían absurdas, sí es útil aguardar una distensión en España de las relaciones entre socialistas y populares. Parece un sueño, pero es factible a poco que se quiten la armadura los respectivos responsables.

En definitiva, la única duda que puede quedar tras la reunión es la de si la satisfacción perdurará, o si los objetivos están cumplidos. Aspectos a los que solo el tiempo dará respuesta. Hoy por hoy cabe el optimismo porque un éxito sería indiscutiblemente bueno para todos, y daría impulso a la resolución de problemas muy serios que tiene la ciudad, al tiempo que robustecería el perfil del presidente Rueda. Por cierto, tras lograr don Alfonso lo que no consiguió el señor Feijóo.

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