La gran industria pesquera sortea la tormenta: 5 firmas superan ya los 300 millones en ventas

Pescapuerta se incorpora al “club” con Nueva Pescanova, Profand, Iberconsa y Wofco: juntas superan los 3.100 millones de volumen de negocio

Acreedores de Atunlo valoran el acuerdo con Inpesca, pero urgen concreción

Una trabajadora en la planta de Profand, en Vilagarcía.

Una trabajadora en la planta de Profand, en Vilagarcía. / Iñaki Abella

Lara Graña

Lara Graña

El de 2023 fue un año de resistencia, catarsis o agonía para la industria gallega de elaborados de productos del mar. El descenso en el consumo –especialmente acusado en productos de palangre o los túnidos– se unió al incremento de los costes operativos y financieros, la depreciación de algunas materias primas y al mal comportamiento de algunas pesquerías capitales como el calamar loligo o el potón. Tres compañías de primer nivel –Fandicosta, Atunlo y Actemsa– entraron en insolvencia; la primera está ya en vías de desaparición, aunque se preservará su capacidad productiva con la enajenación de activos en fase concursal. Las dos siguientes, especializadas en túnidos, trabajan todavía para despejar su futuro. Eso sí, las que nutren los primeros puestos del ranking por ventas han capeado el temporal con nota, con excepción de una Nueva Pescanova que perdió 73 millones entre enero y diciembre –su año fiscal va de abril a marzo– y no ha divulgado todavía sus cifras de facturación.

Al margen del balance de la multinacional de Chapela, que previsiblemente celebrará en junio asamblea general de accionistas, son cinco ya las compañías que registran unos ingresos superiores a los 300 millones de euros anuales, un hito nunca alcanzado hasta la fecha. El trono seguirá en manos, salvo catástrofe, de Nueva Pescanova, que cerró el ejercicio fiscal de 2022 con ventas por 1.087 millones de euros. Seguida de cerca por Grupo Profand, que contuvo ingresos y se anotó 930 millones; el 30% de su negocio corresponde ya a Estados Unidos, donde ha realizado una apuesta enérgica con las integraciones de Stavis Seafood o Seafreeze. Grupo Iberconsa retuvo el tercer puesto, con 475 millones de euros, en unos meses marcados también por el viraje en la presidencia argentina y el lanzamiento, abortado, del macrodecreto Ómnibus de Javier Milei.

La fulgurante Worldwide Fishing Company (Wofco), próxima a tomar las riendas de la fábrica de Fandicosta y que activará a finales de año la planta de langostinos de Paraguay, se anotó un alza del 24% en los ingresos, con lo que totalizó una facturación de 410 millones. Y aquí la nueva incorporación a este selecto club: la veterana Pescapuerta, con 306 millones consolidados en ingresos de mano de su inamovible estrategia de crecimiento orgánico. En suma, cinco conglomerados que rebasan los 3.100 millones de euros de volumen de negocio. Las líneas de producto con valor añadido fueron decisivas para encajar los vientos en contra y, a la postre, cosechar un resultado de estas dimensiones pese al descenso generalizado en las cifras de toneladas comercializadas. Esto es: menos mercancía, pero más cara, con mayor valor y, por tanto, más rentable.

Casos como los de Atunlo, Actemsa o Fandicosta tampoco facilitaron la travesía al sector, que enfrentó en muchos casos mayores dificultades de acceso a financiación. La primera de ellas, pese a coquetear hasta el último minuto con la liquidación, arrancó un acuerdo con su socia Inpesca para desplegar una especie de armisticio con el que ganar un año de tiempo, como divulgó FARO. La información fue valorada por acreedores que, no obstante, reclaman “concreción con urgencia” de los términos del acuerdo para despejar la amenaza de un concurso que derivaría en el cierre de la empresa. Este lunes o martes, según el CEO José Pernas, está prevista la firma de ese pacto entre ambas partes.

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