Nueva Pescanova pierde 73 millones por el alza de costes y los problemas con el langostino

Nueva Pescanova recibió el enésimo respaldo público del dueño del 97,76% de su capital el pasado febrero. Rotas definitivamente las negociaciones con la canadiense Cooke para venderle la mayoría de las acciones, el presidente de Abanca ahuyentó cualquier hipótesis sobre la necesidad de una operación urgente. “Si bien nuestra intención es conseguir el mejor socio financiero e industrial, no tenemos ninguna prisa”, afirmó Juan Carlos Escotet durante la presentación de las cuentas anuales del principal operador financiero de Galicia. “Creo que el trabajo que está haciendo el nuevo equipo es francamente bueno –añadió–, a pesar de las dificultades que está teniendo todo el sector”. La encrucijada que atraviesa la industria del mar y sus transformados por la caída del consumo y los todavía elevados costes de producción, están pasando factura al gigante pesquero en la comunidad. En sus tres primeros trimestres del actual ejercicio fiscal, que se completa a finales de marzo, perdió 73,024 millones de euros, casi un 21% más, según recoge el informe consolidado de Abanca publicado ayer.

A falta de conocer las razones que detalle la propia participada, Abanca confirma que se extienden algunos de los problemas que lastraron las cuentas del anterior ejercicio fiscal provocando números rojos por importe de 53,4 millones. Hay “problemas sectoriales”, señalan fuentes de la entidad, en referencia a los altos precios de la energía, la materia prima y el transporte, el golpe del cambio de divisa de dólar a euros y “la menor demanda de China, algo que no se había dado hasta ahora”. A eso se suman las causas internas. Sobre todo dos, según Abanca: se mantienen los problemas de producción del langostino vannamei, que además ha deteriorado su precio de venta, y los costes derivados de las últimas reestructuraciones: 1.000 empleos menos en todo el mundo a lo largo de 2022 y el ERE de 76 puestos de back office en España en 2022.

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Abanca ha hecho un aprovisionamiento de 40 millones de euros por las pérdidas acumuladas como una garantía más de su apuesta por la pesquera. “Nuestra expectativa es que se van a recuperar los números con el nuevo plan estratégico”, remarca el banco. Todavía no está acabado. En paralelo, se sigue “con la busca activa, muy activa, del socio industrial”. Y precisamente para allanar el camino se hace esa dotación millonaria como hucha.

Hay “confianza plena, pero cuando decimos plena, es plena, en el nuevo equipo directivo”, insiste la propietaria de Nueva Pescanova, que descarta cualquier cambio de posición ante el segundo año de pérdidas en la pesquera. Es más, “el compromiso es total” y se manifestará también “con el apoyo de Abanca a las nuevas inversiones que haga”.

“Tal como se había adelantado en las cuentas anuales de anteriores ejercicio, el grupo continúa trabajando en la identificación de un socio que pueda tomar una participación en el Grupo Nueva Pescanova”, suscribe el banco en su informe de 2023. “El efecto producido por la continuidad de la guerra en Ucrania, la inflación y el incremento de tipos –añade– ha hecho que este proceso fuera más lento de los previsible”. Y reitera: en este momento el proceso esta “activo y alineado con la hoja de ruta establecida para la entrada de un nuevo socio en la compañía”.

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