Las ayudas de la Xunta a la vivienda: 15.000 para reformar pisos y solo 366 para comprar

Se dieron 99 avales a jóvenes tras quedar fuera la mitad de las peticiones por desestimiento o incumplir requisitos

Solo dos concellos pidieron apoyo para construir pisos de alquiler social

Obras de explanación para la construcción de viviendas de promoción autonómica o de la Xunta en Navia (Vigo).

Obras de explanación para la construcción de viviendas de promoción autonómica o de la Xunta en Navia (Vigo). / Marta G. Brea

Paula Pérez

Paula Pérez

La rehabilitación copa el esfuerzo inversor de la Xunta en materia de vivienda, mientras las ayudas para adquirir inmuebles protegidos son contadas y ni siquiera se gasta todo el dinero presupuestado. Se concedieron solo 10 subvenciones para la compra de un piso público, lo que dejó sin ejecutar el 83,6 por ciento de la partida consignada. Hubo otros 99 avales dirigidos a jóvenes, pero quedaron fuera la mitad de las solicitudes debido a denegaciones y desestimientos, lo que provocó que un 63,5 por ciento del fondo previsto no se gastara. Más éxito tuvieron los apoyos para adquirir vivienda en cascos históricos y municipios pequeños. Pero, aún así, en total sumaron solo 366 las ayudas para la compra de vivienda en Galicia.

Mientras los fondos para rehabilitar vuelan y se ejecutan casi al 100 por cien, salvo los dirigidos a los concellos. En dos años se han rehabilitado ya 36.154 viviendas. Solo en 2023 han sido más de 15.000, según el Balance del Pacto de Vivenda de Galicia 2021-2025.

En rehabilitación el grueso de las ayudas fueron para particulares y comunidades de vecinos. Así, en 2023 se concedieron 1.328 subvenciones a propietarios individuales por importe de 3,6 millones de euros –se ejecutó el 95,4 por ciento del presupuesto–. Hubo otras 400 subvenciones a edificios para reformar 5.142 pisos por valor de 66,2 millones –se agotó el crédito–. Y se dieron otros 441 apoyos económicos para elaborar el libro del edificio, paso previo a la rehabilitación de 5.860 viviendas (93,1 por ciento de ejecución).

A estas hay que sumar 182 ayudas para mejorar la accesiblidad de 1.174 pisos –se gastó el 90,7 por ciento del dinero previsto– y las subvenciones a 28 comunidades de propietarios de viviendas protegidas que permitirán renovar 816 inmuebles.

Sin embargo, la línea destinada a los concellos para que rehabiliten propiedades de titularidad municipal y las destinen al alquiler tuvo menos éxito: solo 13 concellos se beneficiaron y pudieron reformar 24 inmuebles. Pero quedó sin usar casi el 34 por ciento del fondo económico previsto.

Compra

La ejecución más baja en el ámbito de vivienda está, sin embargo, en las ayudas para favorecer el acceso a una vivienda protegida. La escasa oferta de pisos públicos deja estas subvenciones en mínimos.

En 2023 se presentaron solo 47 solicitudes para recibir un apoyo económico a la adquisición de una vivienda protegida y solo se aceptaron 10. Se trata de una cifra muy baja, sobre todo si se compara con las 104 otorgadas en 2022 y las 40 de 2021.

La Consellería de Vivenda explica que se aprobaron todas las que cumplían los requisitos. “Si no se concedieron más es porque no hubo más solicitudes de adquirentes de viviendas protegidas en primera transmisión”, explica la Xunta. Las denegadas se corresponden sobre todo con pisos de segunda mano que ya no tienen derecho a subvención.

El resultado es que solo se gastó el 16,4 por ciento del dinero presupuestado. Los 652.000 euros que quedaron sin gastar se derivan a otras líneas de ayuda del Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS).

El problema es que apenas hay vivienda protegida. Para paliarlo la Consellería de Vivenda ha habilitado una línea de ayudas dirigidas a los promotores para incentivar la construcción de pisos públicos.

Al mismo tiempo, la Xunta negocia con los concellos para desarrollar suelo para edificar 20.000 viviendas protegidas y 5.000 libres.

En el caso de los avales que la Xunta concede a los jóvenes para que adquieran su primera vivienda solo se ejecutó el 36,5 por ciento del presupuesto pues solo se aprobaron 99 de las 204 solicitudes presentadas. Hubo 28 denegaciones, la mayoría por no cumplir los requisitos de ingresos o de edad, y 77 jóvenes que desistieron a mitad del proceso.

Alquiler

En cuanto a los alquileres la Xunta concedió en 2023 un total de 1.341 ayudas dentro del programa de subvenciones al arrendamiento del plan estatal y se resolvió el bono alugueiro para jóvenes que se convocó en 2022 y que finalmente benefició a 5.253 gallegos.

Sin embargo, tuvieron menos éxito las ayudas a promotores para construir vivienda en alquiler. En 2021 hubo una línea de ayudas para promover pisos públicos en arrendamiento pero solo se concedieron subvenciones a tres empresas y las tres desistieron. El pasado año se estrenó otro programa para fomentar los alojamientos temporales, de modelos cohousing, viviendas intergeneracionales y similares pero también tuvo escasa respuesta. Solo se presentaron cinco solicitudes y se concedió una. Quedaron sin gastar 5 millones de euros, el 73,5 por ciento del presupuesto.

Otra línea de ayudas, dotada con 19,1 millones de euros, para construir viviendas en alquiler social en edificios energéticamente eficientes y cofinanciado con fondos Next Generation se saldó con solo dos subvenciones aprobadas a concellos y 3,2 millones sin gastar (casi la mitad de los fondos consignados). Sin embargo, sí se agotó la partida destinada a los promotores (12,3 millones) tras concederse 5 ayudas. En total, se construirán 333 pisos para alquiler social gracias a este plan.

Vivenda justifica el alza en los pisos protegidos por una normativa para edificar más exigente

Los precios de las viviendas protegidas suben hasta un 30 por ciento y la Consellería de Vivenda explica que este incremento se debe a un incremento de los costes de construcción debido a “los mayores requerimientos de la normativa técnica de edificación”, así como al alza del precio de los materiales y de la mano de obra.

De hecho, según explican desde el departamento que dirige María Martínez Allegue los nuevos precios se fijaron tras un estudio realizado por un grupo de trabajo en el seno del Observatorio da Vivenda. El objetivo de la Xunta es garantizar la “viabilidad” de las promociones de vivienda protegida y animar al sector privado a implicarse en la construcción de inmuebles a precios tasados.

Vivenda aclara además que aunque los nuevos precios incidirán en los futuros compradores, estes dispondrán de ayudas para la compra. Así, la Xunta explica que cuentan con un programa de subvenciones dotado con más de un millón de euros, que se traduce en ayudas de hasta 20.000 euros para el adquiriente. Y, en todo caso, desde el Ejecutivo autonómico aclaran que la subida de precios afecta a las viviendas de protección, que construyen los promotores privados, pero no a las de promoción pública que son las destinadas a los colectivos con mayores dificultades de acceso a las viviendas.

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