Un eclipse parcial de luna despedirá este verano, que empieza el día 20

En calendario astronómico del verano reinan las perseidas, que alcanzarán su esplendor entre el 12 y el 13 de agosto

En otoño vendrán las dracónidas, oriónidas, leónidas y gemínidas

Eclipse lunar parcial.

Eclipse lunar parcial. / CAS Agencias

El próximo 20 de junio se inicia el verano. Será a las 22.51 horas (en la península), según los cálculos del Instituto Geográfico Nacional (IGN). Será la estación más larga del año, con una duración de 93 días y 16 horas, hasta el 22 de septiembre, fecha en la que el otoño tomará el relevo.

Así, el día del solsticio de verano será el más largo del año en el hemisferio norte. Ese “sol quieto” (del latín solstitium) lo celebramos un par de noches después, con las tradicionales hogueras de San Juan.

Pero calendario astronómico no se circunscribe únicamente a estas fechas señaladas en el almanaque, sino que la bóveda celeste ofrece su espectáculo cada noche, alguna con más intensidad que otras con las lluvias de meteoros, eclipses…

¿Qué nos depara el cielo este verano?

Mercurio, Venus y Saturno darán la bienvenida a las noches del verano. Aunque a comienzos del estío no haya ningún planeta visible tras la puesta de sol, Mercurio hará una breve aparición durante el mes de julio, según apunta el IGN. Desde agosto, Venus será visible muy bajo en el horizonte, y Saturno hará su aparición por el este al anochecer a principios de septiembre.

Por el contrario, antes de la salida del sol, el verano empezará con tres planetas visibles: Marte, Júpiter y Saturno. Este último dejará de verse a mediados de septiembre. Al terminar la estación ya se vislumbrará Mercurio.

Varias perseidas en el firmamento

Varias perseidas en el firmamento / Getty/CSIC

Perseidas o lágrimas de San Lorenzo

Una cita habitual con la contemplación de la bóveda celeste en verano se produce entre mediados de julio hasta finales de agosto, aunque con su punto álgido entre el 12 y 13 de agosto.

“Las perseidas o lágrimas de San Lorenzo son los escombros del cometa Swift-Tutlle. Cuando la Tierra pasa en su órbita por el cuadrante donde están depositados estos escombros, son atraídos por la gravedad terrestre y entran a gran velocidad en la atmósfera, produciendo las estelas de las famosas estrellas fugaces, que son estelas ionizadas”, explica Gema Figueroa, de Astro Rías Baixas.

Eclipse lunar parcial en septiembre

Días antes del equinoccio de otoño habrá una luna llena, el 18 de septiembre. Esta coincidirá además con un eclipse parcial, el segundo y último de este año.

Será visible en Europa, América y África. En España podrá observarse entre las 4:13 horas y las 5:16.

Las Leónidas podrán verse desde cielos despejados y sin contaminación lumínica

Leónidas. / Shutterstock

Lluvias de meteoros

En otoño habrá cuatro lluvias de meteoros: las dracónidas, las oriónidas, las leónidas y las gemínidas.

Las dracónidas son una lluvia de meteoros procedente del cometa 21P/Giacobini-Zinner, cuyo período orbital es de 6,621 años. Serán visibles entre el 6 y el 10 de octubre, con pico el día 8.

Las oriónidas harán su aparición el 2 de octubre hasta el 7 de noviembre. Son originadas por los escombros dejados por el cometa Halley, que orbita alrededor del sol cada 76 años. Su máximo se producirá el 21 de octubre.

Las leónidas, una de las lluvias de meteoros más espectaculares, alcanzarán su esplendor el 17 de noviembre, aunque se podrán contemplar entre el 6 y el 30 de noviembre. Estas provienen del cometa Tempel-Tuttle y su período orbital es de 33,2 años.

Por último, las gemínidas, fruto del asteroide Faetón, cruzarán el cielo entre el 4 y el 17 de diciembre, con pico entre los días 13 y 14.

Consejos de observación

“Las lluvias de meteoritos siempre tienen el nombre de la constelación que está en el cielo ocupando el cuadrante de donde parecen escapar, es decir, que para ver oriónidas, no debemos de ver a Orión, sino a sus alrededores, ya que las estrellas fugaces van a pasar por el cielo, siempre en dirección contraria a esta constelación”, recomienda Gema Figueroa.

Para una buena observación, “lo mejor es alejarse de la luz de las ciudades y contemplar la mayor parte de cielo que se pueda, es decir, no hay que usar prismáticos, cuanto más amplio sea el campo de visión, más estrellas fugaces podremos ver”, detalla la astrónoma.