En la fábrica de agua Peñaclara de La Rioja han tenido que adaptarse para que botella y tapón sean inseparables. Su gerente, Diego Royo, reconoce que "hemos tenido que hacer un esfuerzo comercial importante para dar salida a todas las botellas que teníamos en el almacén con tapón antiguo". Porque desde hoy 3 de julio la unión es obligatoria para todos los envases de menos de tres litros. "El siguiente paso es que el consumidor sea responsable y no arranque el tapón". La normativa europea de residuos y suelos contaminados pretende reducir así el impacto medioambiental de los plásticos y avanzar hacia la economía circular. Según César Aliaga, responsable de Itene, "a nivel nacional cada ciudadano consume una media de 180 botellas al año". A nivel mundial son un millón de botellas las que se consumen cada minuto y el 6 por ciento de esos tapones acaba perdido en las costas. Europa gasta más de 600 millones de euros al año en retirar el plástico de las playas. La solución requiere cierto entrenamiento porque en la calle son muchos los que comentan lo incómodo de beber con el tapón pegado. Pero este es el diseño más sostenible porque es el que menos material plástico utiliza. Se trata de cuidar el medio ambiente como también se hace evitando las bolsas o los cubiertos de plástico para evitar un planeta plastificado.