Opinión | Lo que hay oír

Que no, que eso no viene en el “Quijote”

Citas atribuidas malamente a Cervantes (I)

Se justificaba el Nobel André Gide por su insistencia al escribir sobre determinados temas repitiendo las mismas ideas: es que −decía− la gente no escucha y hay que insistir. Otro tanto me ocurre con el asunto de las citas falsas del “Quijote”. Como siguen proliferando en las redes o, incluso, en boca de sesudos conferenciantes, me permito comerles a ustedes, queridos lectores (si los hubiere), la moral haciendo repaso en dos artículos unas cuantas citas apócrifas, malamente atribuidas a Cervantes. Solo sea para combatir a quienes dicen que si no son del “Quijote” qué más da y para permitirme una broma final en cada entrega. Yo digo que Cervantes dijo, me las doy de erudito y de lector y a correr, que viva Cartagena y que lean otros. La verdad como opinión, chúpate esa mandarina. Vamos allá con las cinco primeras.

1.– Pues no: nunca sale “desfacer entuertos” en el “Quijote”. Alonso Quijano no desface entuertos. Nuestro caballero endereza tuertos, es decir, vuelve recto aquello que está o viene torcido (“tuerto”). Ya en el capítulo II de la 1ª Parte, leemos que el héroe manchego se apresura a salir a ese mundo, que veía tan patas arriba, para poner las cosas en su noble sitio, “según eran los agravios que pensaba deshacer, tuertos que enderezar, sinrazones que emendar, y abusos que mejorar y deudas que satisfacer”. Y en el capítulo XIX, cuando habla don Quijote con el bachiller de Alcobendas Alonso López: “Y quiero que sepa vuestra reverencia que yo soy un caballero de la Mancha, llamado don Quijote, y es mi oficio y ejercicio andar por el mundo enderezando tuertos y desfaciendo agravios”. ¿Que la costumbre y la RAE hablan de desfacedores de entuertos? Vale bien, pero no hay “entuertos” en la novela, no tomarás el nombre de Cervantes en vano.

“Pues no: nunca sale ‘desfacer entuertos’ en el ‘Quijote’; Alonso Quijano no desface entuertos, nuestro caballero endereza tuertos”

2.– Por mucho que se busque y rebusque, no está en el “Quijote” la frase “ladran, luego cabalgamos”. Parece que es una sentencia que se encuentra en un poema del gran Goethe. Del alcalaíno manco (ojo: manco por no poder usar un brazo, no por amputación) no es, ya está bien de atribuírsela.

3.– “Con la Iglesia hemos topado” no es así. En el capítulo IX de la 2.ª parte, Sancho y Don Quijote aguardan en un boscaje cercano al Toboso a que caiga la noche para que el escudero guíe a su señor hasta el supuesto palacio de Dulcinea. Entran en el pueblo ya a oscuras por completo. Van a tientas. “Guio don Quijote, y, habiendo andado como docientos pasos, dio con el bulto que hacía la sombra, y vio una gran torre, y luego conoció que el tal edificio no era alcázar, sino la iglesia principal del pueblo. Y dijo: Con la iglesia hemos dado, Sancho”. Dado, no topado: con un edificio, no con el poder eclesiástico. Fray José de Sigüenza (m. en 1606) en su “Vida de San Gerónimo” sí subraya el doble sentido: “Desean (y defienden con muchos siervos) que la Sagrada Escritura esté traducida a todas las lenguas vulgares, para que la lea el oficial y el jornalero, la vieja y la doncella, hombres plebeyos y muchachos. ¡Oh cuidadosos hombres del bien de los hombres! ¡Qué píos censores y celadores de las buenas costumbres de la Iglesia nos hemos topado!”.

4.– “De buenas cenas están las sepulturas llenas”, es un refrán popular. Sí, nuestros dos caminantes eran muy refraneros, Panza sobre todo. Pero en ninguna línea hacen suya verdad tan palmaria como recoge el dicho. Que no.

5.– Tampoco viene “tomando del astillero la lança començó de alancear la tele y los ordenadores gritando enloquecido que eran aquestos unos inventos de los sabios enredadores que con él tenían grande enemiga, ardides del infierno pues solo vestiglos del mismo parescían: ¡Cuánta necedad, Sancho amigo, cuánto mejor salir a los aires que menoscabarse en cuitas de bajunos a ignaros!”. No viene en el “Quijote”: me la acabo de inventar.

(Continuará)

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