Os Remedios es mucho más que una fiesta
El atrio de la capilla de Tirán se llena de fieles para particpar en la tradicional procesión, a pesar de que no hay verbena
Los fieles, con las imágenes, ante el simbólico cruceiro de piedra. / GONZALO NÚÑEZ
La romería de Os Remedios, en Tirán, lleva varios años sin estar vinculada a una verbena, que antes era una de las más populares y concurridas de todo Moaña. Sin embargo, esta situación no disuade a los vecinos de cumplir con la tradición de asistir a la capilla del monte para participar en la procesión y el resto de rituales religiosos. Ayer, decenas de personas acudieron a la misa solemne, a las 12.30 horas, y después sacaron en procesión a las imágenes de la Virgen de Os Remedios y del Cristo das Boas Augas. Ni siquiera la constante amenaza de lluvia deslució la mañana.
La Virgen, en el inicio de la procesión a la salida de la capilla. / GONZALO NÚÑEZ
Tal y como dicta la tradición, partieron con las imágenes desde la capilla, por todo el atrio, hasta rodear el simbólico cruceiro de piedra que se levanta sobre la representación de una serpiente. Un año más, se completó una de las manifestaciones de devoción más antiguas que existen en O Morrazo.
Ayer en el atrio había algún puesto de venta de comida, aunque lejos del ambiente de sesión vermú y terrazas de los años anteriores. Eso sí, la música sonó al ritmo de la Charanga Noroeste. Numerosas familias de la parroquia, tras la procesión, se reunieron en sus casas para participar de una comida conjunta. No en vano Os Remedios es una de las fechas más señaladas del calendario para los vecinos de Tirán. La subida de los santos desde la iglesia de San Xoán de Tirán hasta la capilla del monte ya reunió el domingo a un gran número de fieles.
Actuó la Charanca Noroeste. / GONZALO NÚÑEZ
Este año la celebración de Os Remedios no se quedará solo en cumplir con la tradición religiosa, sino que el 6 de abril la Asociación de Veciños de Tirán organizará en el atrio una romería con ruta guiada, una sesión vermú con la música de Os Pataghullos, una comida vecinal y una tarde con talleres de bailoterapia y la actuación musical del Grupo Ámbar. Se busca así recuperar, poco a poco, el esplendor que esta celebración tenía hasta hace pocos años, cuando rivalizaba con las principales verbenas de la comarca.
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