Las ventas de las lonjas superan por segunda vez los 10 millones de euros gracias al estirón de Moaña

Cangas supera por tercer año seguido los 4 millones y la cofradía moañesa cierra el segundo mejor ejercicio de su historia

El patrón del “Hermanos Reiriz”, de Bueu, durante la maniobra de descarga de pulpo ayer en la lonja de la localidad. |   // SANTOS ÁLVAREZ

El patrón del “Hermanos Reiriz”, de Bueu, durante la maniobra de descarga de pulpo ayer en la lonja de la localidad. | // SANTOS ÁLVAREZ / david garcía

La pesca de bajura y el marisqueo no paran de encadenar años turbulentos y de incertidumbres. El recién finalizado 2023 está marcado por la elevada mortandad de marisco en distintas zonas de las rías gallegas, pero pese a esa situación las cofradías de O Morrazo en general salen con números positivos. Después de dos ejercicios acercándose a la cifra simbólica de 10 millones de euros en ventas, las lonjas de Cangas, Bueu, Moaña y Aldán-O Hío han alcanzado y superado por fin ese umbral en 2023, con una facturación conjunta de 10.321.983 euros. Es un incremento de casi 380.000 euros con respecto a 2022 y ese estirón se debe en gran medida a Moaña, que ha cerrado el segundo mejor año de su historia desde que existen los registros de la plataforma Pesca de Galicia.

Aún así, ese volumen conjunto todavía se queda lejos de los más de 11 millones del ejercicio 2016, que marcan el récord absoluto de las lonjas de O Morrazo. Aquel hito vino marcado por los 4,5 millones de euros de Bueu y 4,1 millones en Cangas.

Los datos de la plaraforma Pesca de Galicia vuelven a situar en cabeza a Cangas, que por tercer año consecutivo supera la barrera de los 4 millones de euros y registra un volumen de negocio de 4.377.266 euros. Supone un de descenso de 145.000 euros con respecto al año anterior, pero aún así es el segundo mejor dato de su historia, solo superado por los más de 4,5 millones de 2022.

Navalleiros y percebeiros de Cangas, ayer, descargando sus capturas delante de la lonja.

Navalleiros y percebeiros de Cangas, ayer, descargando sus capturas delante de la lonja. / Santos Álvarez

La especie de referencia sigue siendo la navaja, que es el único producto que supera el millón de euros en ventas y que en el último trimestre del año estrenó una marca para su comercialización en conserva con aceite de oliva. No obstante las cotizaciones no fueron las de 2022: ese año este marisco superó los 32 euros el kilo, mientras que en 2023 su tope máximo se quedó a las puertas de los 24 euros.

Así se subasta el percebe en la lonja de Cangas

Julio Santos Álvarez

Las estadísticas de la plataforma Pesca de Galicia constatan también un retroceso en el percebe, que es el segundo recurso por importancia en la lonja canguesa. De los más de 823.000 euros de 2022 se pasó a casi 699.000 en el año recién finalizado. El podio de la cofradía de Cangas se completa con el pulpo, que experimenta un tímido avance: las capturas fueron prácticamente las mismas (algo más de 46.000 kilos) y las ventas pasaron de 493.996 euros a casi 505.000, con un importe máximo de 17 euros el kilo.

Una de las especies que registra un fuerte aumento es la almeja babosa, en gran medida porque su precio en lonja rozó los 52 euros el kilo. En 2022 se subastaron cerca de 6.900 kilos con unas ventas de 133.920 euros, a un importe máximo de 37,55 euros. En 2023 las capturas fueron de 8.000 kilos y la facturación superó los 212.800 euros. También llama la atención la evolución de la cornicha, que pasa de 360.600 euros a superar los 500.000.

La lonja de Bueu es la que registra el mayor volumen de descargas en O Morrazo–casi 449.000 kilos en las distintas especies a lo largo de 2023 frente a los 337.300 de Cangas– y es la segunda en volumen de negocio, con unas ventas globales de 3.070.320 euros. Es una cifra que supone una reducción de casi 60.000 euros con respecto a 2022, un descenso en el que influyen dos factores. El primero es el pulpo, que es la principal sustento de la flota artesanal bueuesa. Las primeras semanas de la nueva campaña –que arrancó en julio– fueron esperanzadoras, pero luego las capturas decayeron. Las ventas del cefalópodo constituyeron 1.304.520 euros frente a los cerca de 1.460.000 euros de 2022. Una diferencia de más de 155.000 euros.

El interior de la lonja de Cangas, ayer, con alguna de la mercancía a la venta.

El interior de la lonja de Cangas, ayer, con alguna de la mercancía a la venta. / Santos Álvarez

La segunda de las variables viene marcada por el mal momento del percebe. El sector afrontó durante 2022 un paro biológico de cuatro meses debido a la alarmante escasez de marisco en las rocas y volvió al mar en agosto, aún con medidas restrictivas y duros topes. Desafortunadamente ese esfuerzo no ha servido para mejorar el estado del recurso y los percebeiros se preparan para un nuevo paro. Las capturas fueron de poco más de 2.200 kilos y la facturación no alcanzó siquiera los 90.000 euros. Muy lejos de las cifras de una especie que se llegó a mover en sus mejores años en el umbral del millón de euros.

El mejor dato de las cofradías de O Morrazo lo ofrece Moaña, centrada en el marisqueo y con una recuperación en sus ventas que supera el medio millón de euros. La plataforma Pesca de Galicia corrobora que el volumen de negocio rozó los 2.110.000 euros, lo que constituye el segundo mejor registro de su historia. Solo lo superan los 2.165.700 euros del ejercicio 2007 y es la tercera vez que rebasa la cifra de los 2 millones [la otra fue en 2017].

El balance de 2022 de la cofradía moañesa estuvo condicionado por un crecimiento muy lento de algunas de sus especies, una temperatura del agua muy elevada y con escasos nutrientes. El resultado de 2023 deja mejores datos y destaca la almeja japónica, con un aumento de más de 261.000 euros en los ingresos: de los 506.000 del año 2022 a casi 767.500 en 2023.

La almeja babosa también experimenta un fuerte crecimiento, que roza los 100.000 euros. En 2022 la facturación fue de 290.000 euros y en 2023 superó los 385.000, con un precio máximo que superó los 56 euros el kilo. Los buenos datos de la cofradía moañesa se completan con los aumentos en el berberecho (de 79.300 euros a a más de 124.500) y en la cornicha (de 334.000 a 413.000).

El pósito de Aldán-O Hío constata un ascenso de más de 58.000 euros en sus ventas, que se acercan a los 764.500. Un dato que convierte a 2023 en su segundo mejor ejercicio, solo por detrás de los 780.000 euros de 2016. El pulpo supera los 302.000 euros frente a los 251.500 de 2023 y se duplican los ingresos por la venta de algas verdes, que pasan de 11.185 euros a casi 25.000 euros.

Voluntarios recogiendo restos de microplásticos en la playa de Nerga, en la parroquia canguesa de O Hío.

Voluntarios recogiendo restos de microplásticos en la playa de Nerga, en la parroquia canguesa de O Hío. / Santos Álvarez

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“El año 2024 no va a ser complicado, va a ser muy complicado y se vislumbran nubes negras”, augura a modo de diagnóstico el patrón mayor de Bueu y presidente de la Federación Provincial de Confrarías de Pontevedra, José Manuel Rosas. 

En su análisis apunta a los problemas que registran muchas especies, a la elevada mortandad del marisco en algunas de las rías a causa del tremendo aporte de augua dulce por las intensas lluvias del otoño y teme las consecuencias que se puedan derivar del vertido de los pélets de microplástico del barco “Toconao”. Sobre todo entre la opinión pública. 

“Me preocupa especialmente la percepción que pueda tener el consumidor final, sobre todo a raíz de declaraciones poco prudentes por parte de algunos responsables políticos sobre los efectos de esta situación”, expresa Rosas. Las cofradías temen que los consumidores reduzcan el consumo de pescado y marisco gallego, lo que inevitablemente redundaría en las ventas de la flota artesanal. “Pedimos más prudencia a los políticos, que se retiren todos los microplásticos y que se aproveche para sensibilizar sobre la presencia de plásticos en el mar”, defiende el presidente de las cofradías de Pontevedra.

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