Xunta y Deputación pactan la compra del Fraga para convertirlo en un centro cultural “pionero”

El acuerdo con la propiedad, Abanca, pendiente solo de formalización

Las dos administraciones sufragarán la operación a medias

Un proyecto para acabar la restauración y la creación de un plan de usos, próximos pasos

Vista general del 
Teatro Fraga, en calle 
Uruguay.   | // MARTA G. BREA

Vista general del Teatro Fraga, en calle Uruguay. | // MARTA G. BREA

Lara Graña

Lara Graña

La primera página de la azarosa vida del Teatro Fraga se escribe en 1941 a iniciativa del empresario y productor Isaac Fraga Penedo. El proyecto de construcción le fue encomendado a Luis Gutiérrez Soto, que para entonces ya había dejado su firma en obras como los cines Callao o Barceló de Madrid, a caballo entre el racionalismo y el Art Déco.

El cine, dotado con equipos Century y Western Electric, quedaría inaugurado en marzo de 1948 con la proyección de la película Botón de Ancla –asistió su director, Ramón Torrado–; en palcos, butacas de patio y entresuelo era preciso vestir “traje de etiqueta”. El edificio, contaba el cronista de FARO en su estreno, era “motivo de admiración y orgullo para los vigueses”.

Una construcción más que singular y en el corazón de la ciudad, con 1.366 metros cuadrados de planta –según consta en el catastro– y 6.221 m2 de superficie construida, relegada con desidia tras múltiples idas y venidas de proyectos que nunca se materializaron al completo. El viernes se cumplirán 23 años de su última proyección. Una efeméride distinta esta vez porque, al fin, el Teatro Fraga ha encontrado un proyecto que lo desempolve del ostracismo.

Xunta y Deputación pactan la compra del Fraga para convertirlo en un centro cultural “pionero”

Xunta y Deputación pactan la compra del Fraga para convertirlo en un centro cultural “pionero” / Lara Graña

Xunta y Deputación de Pontevedra han llegado a un acuerdo con Abanca, propietaria del inmueble, que se materializará previsiblemente “en las próximas semanas” con la firma de la compraventa, apuntaron fuentes del Gobierno gallego. No ha trascendido el importe acordado con la entidad financiera, que en todo caso será asumido a partes iguales entre el Ejecutivo que preside Alfonso Rueda y el provincial, que dirige Luis López.

Claves

Acuerdo cerrado

  • Xunta y Deputación de Pontevedra han pactado ya un precio con Abanca. Lo abonarán a partes iguales, aunque no ha trascendido todavía el importe de la operación.

Hoja de ruta

  • Una vez formalizada la compra, se procederá a la elaboración de un proyecto que permita concluir las obras de rehabilitación, que quedaron sin terminar tras el crac bancario.
  • Las administraciones prevén coordinar un plan de usos con los agentes socioculturales, teniendo en cuenta la versatilidad del inmueble y las “necesidades” del sector.

El objetivo es doble: de una parte, revitalizar una construcción que nunca vio finalizar el ambicioso proyecto de rehabilitación, a cargo de César Portela, con el consiguiente efecto dinamizador en el entorno de las calles Uruguay, Isabel II y Colón; el principal, inciden las mismas fuentes, “dotar a la ciudad de un centro de desarrollo cultural pionero en Galicia y el noroeste de España”, a fin de que se convierta en un polo “de referencia” para el mundo de la cultura.

Desde la Consellería de Cultura, Lingua e Xuventude destacan que su versatilidad permitirá albergar a futuro una heterogénea gama de actividades y programaciones. “Su reapertura para uso público supone recuperar para la ciudadanía un edificio de enorme simbolismo para los vecinos de Vigo y para toda Galicia”, abundan.

Pasos a seguir

Eso sí, queda mucho trabajo por delante. Primero ha de formalizarse la transacción con Abanca, que asumió la titularidad del Fraga cuando tomó el control del desaparecido Novagalicia Banco (NCG), resultado de la bancarización de las cajas gallegas (Caixanova y Caixa Galicia) fusionadas. Xunta y Deputación deberán encargar la elaboración de un proyecto para terminar los trabajos de restauración, que quedaron inconclusos.

El interior quedó prácticamente listo, pero a la obra en conjunto le falta en torno a un 20%. Esta actuación, encomendada por la desaparecida Caixa Galicia e iniciada durante el verano de 2008, fue presupuestada en 25 millones de euros.

FARO avanzó la decisión de NCG Banco, en 2012, de vender el inmueble

FARO avanzó la decisión de NCG Banco, en 2012, de vender el inmueble / LG

Los nuevos dueños también habrán de diseñar un plan de usos con el que dotar de contenido al inmueble, con seis plantas: el sótano, semisótano, la de la entrada principal y otras tres alturas. La intención de ambas administraciones es de trabajar mano a mano con “los principales agentes culturales”, complementando las características del Fraga con “las necesidades del sector”. Su finalidad, y así es como está catalogado el inmueble, será siempre de carácter sociocultural.

Tras el colapso financiero de 2008, con una forzada fusión entre las cajas gallegas y su posterior rescate, la mayoría de los edificios que eran propiedad de NCG Banco pasaron a la cartera de la Sareb (o banco malo), creada para apartar de los balances de las entidades la inmensa bolsa de ladrillo que consumía su solvencia.

Pero en aquel paquete no iban ni el Teatro Fraga ni el antiguo Banco Hijos de Olimpio Pérez, protagonista de la céntrica Praza Cervantes de Santiago. El banco puso ambos en venta en 2012, como desveló entonces FARO, pero no consumó su desinversión y tampoco lo hicieron, después, ni Abanca ni Afundación.

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