Así fue el trágico accidente de la A-52

La Guardia Civil concluye que el BMW que causó el siniestro atravesó la mediana a 108 km/h

Tras invadir el sentido contrario y rozar con otro turismo en el que una familia resultó ilesa, impactó a 9 km/h con el del conductor que murió

Marta Fontán

Marta Fontán

El trágico accidente ocurrido la mañana del 7 de enero de 2023 en el punto kilométrico 289,800 de la autovía A-52 en Salvaterra do Miño, el que le costó la vida al abogado vigués Juan Blanco, sigue en plena investigación judicial. Uno de los informes clave de la causa que instruye el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Ponteareas es el realizado por el Departamento de Investigación y Reconstrucción de Accidentes de Tráfico (DIRAT) de la Escuela de Tráfico de la Guardia Civil de Mérida, pericial que tuvo por objeto realizar un cálculo de la velocidad a la que circulaba el turismo responsable del siniestro, el BMW 116D conducido por el joven de 25 años que invadió los carriles contrarios de la circulación y que ahora tiene la condición de investigado en el procedimiento judicial. Y lo que se concluye es que cuando ese coche atravesó la mediana de dicho tramo de la autovía, únicamente protegida por barreras plásticas, iba a una velocidad “probable” de 108 km/h. Y, ya en el otro sentido, tras colisionar lateralmente de forma leve con otro BMW en el que viajaba una familia, impactó violentamente con el Renault Arkana del letrado, haciéndolo, calculan, a unos 9 km/h. El conductor fallecido, que conducía a aproximadamente 109 km/h, por debajo de los 120 que permitía la vía, se topó el BMW de repente por el carril por el que circulaba y ya no pudo hacer nada por esquivarlo.

Inspección técnico-ocular

El informe pericial del DIRAT se realizó a petición del Departamento de Tráfico de la Guardia Civil de Porriño, que fue quien, policialmente, se hizo cargo de la investigación. Junto a las diligencias ya instruidas, la ficha técnica de los vehículos y los croquis y el material fotográfico y audiovisual existente, los agentes especializados de Mérida se desplazaron al punto del accidente para realizar una inspección técnico-ocular con el objeto de tomar nuevas fotos, hacer mediciones de la vía y de los coches implicados y pruebas dinámicas de deceleración vehicular.

Con esa velocidad “probable” de 108 km/h que el conductor del BMW 116D llevaba tras perder el control mientras atravesaba la mediana, la Guardia Civil ha concluido que la causa del accidente estuvo en una “velocidad inadecuada” para las condiciones de la vía, ya que aquel día llovía fuerte y la calzada estaba mojada. A mayores, aunque la velocidad máxima genérica es de 120 km/h, en el sentido Porriño en el que iba el investigado había una restricción de 80 por obras. El joven, en su declaración judicial, declaró que no iba a más de 80 o 90 km/h y su abogado presentó una pericial técnica que atribuye lo sucedido al fenómeno del “aquaplaning” –presente en más siniestros ocurridos en el mismo punto– y que expone que las balizas de plástico rojas y blancas tipo new jersey de la mediana “no tenían capacidad de contención”. Si hubiese barreras adecuadas, alegan, el BMW “hubiese sido devuelto elásticamente al caudal circulatorio que llevaba sin consecuencias lesivas, solamente daños materiales menores”. De hecho, la defensa lucha para que la Administración responda judicialmente por la “absoluta desatención” de la vía.

Un día de “lluvia intensa”

Regresando al informe del DIRAT, lo que se concluye sobre cómo fue el accidente ocurrido a las 10.25 horas de aquel 7 de enero en condiciones atmosféricas de “lluvia intensa”, pero con “buenas” condiciones de visibilidad, es que el BMW 116D del investigado circulaba por el carril derecho de los dos existentes en ese punto de la A-52 en sentido Porriño. Fue a la altura del punto kilométrico 289,800 cuando perdió el control y se salió de la vía por el margen izquierdo: cuando atravesó la mediana, en ese concreto punto solo protegido con barreras plásticas tipo BM-100, lo “probable” es que su velocidad fuera de unos 108 km/h “y en cualquier caso inferior a los 137 km/h”.

Así quedaron los vehículos implicados en el accidente de la A-52

R. V.

Un primer choque lateral

El joven invadió a continuación el carril derecho de los dos reservados para el sentido contrario, el que discurre hacía Benavente. Primero colisionó lateralmente contra otro BMW, un modelo 330D en el que viajaba una familia portuguesa. Fue una “colisión por raspado positivo” y los daños en ese turismo fueron leves y se concentraron en la carrocería trasera izquierda. Los cuatro ocupantes, un hombre de 49 años, una mujer de 47 y sus dos hijos de 18 y 14, resultaron ilesos. Detrás de ese primer coche contra el que chocó el investigado circulaba el Renault Arkana en el que iban el abogado, su mujer y su hija de solo un año de edad. En su trayectoria final el joven impactó frontoangularmente contra dicho turismo, que recibió los graves daños sobre todo en el lado del conductor, que falleció. Las otras dos ocupantes resultaron heridas graves, al igual que el automovilista hoy investigado, cuyo vehículo también sufrió severos y aparatosos desperfectos en toda su parte frontal y al que a nivel personal, a consecuencia del siniestro, tuvieron que amputarle una pierna.

“La velocidad del turismo BMW 116D en el momento de la colisión [con el Renault Arkana] sería aproximadamente de unos 9 km/h”, afirman los agentes especializados en reconstrucción de accidentes de Mérida en las conclusiones de su pericial. Y la velocidad del Arkana en ese momento “sería aproximadamente de unos 109 km/h”, inferior a los 120 estipulados de máximo para dicha vía. Al contrario que en el sentido Porriño, en el de Benavente no había ningún tipo de restricción por obras en lo que a velocidad se refiere.

ITV y neumáticos

Entre otras herramientas, los agentes del DIRAT realizaron una reconstrucción virtual de la colisión con el software Virtual-Crash 5. Todos los vehículos implicados tenían la ITV al día y “no presentaban aparentemente ningún defecto ni circunstancia anómala que influyese en su comportamiento dinámico”, ahondando en que el estado de los neumáticos era el adecuado, concretando con respecto a los del turismo del investigado que los del eje trasero tenían una profundidad en su dibujo central de 2,0 mm, próximos al nivel de 1,6 mm mínimos exigibles. El informe, aclaran, se centró en reconstruir la colisión más grave, “depreciando” el primer choque entre los dos BMW “debido a la poca entidad de los daños” sufridos por el de la familia que resultó ilesa “y a la falta de datos sobre las posiciones de ambos vehículos” en el momento del impacto.

La causa se sigue por la presunta autoría de delitos de homicidio imprudente y contra la seguridad vial. El investigado dio positivo en THC, principal compuesto psicoactivo del cannabis. Él, en su reciente interrogatorio en sede judicial, negó haber consumido drogas, señalando que iba a entrenar con su equipo, y su defensa acaba de presentar una pericial en la que se denuncian presuntas irregularidades en la cadena de custodia de la muestra de sangre que le tomaron en el hospital. 

Seis siniestros en el mismo punto durante el mes y medio anterior

Una de las diligencias ampliatorias del atestado de la Guardia Civil de Tráfico de Porriño cita que en ese mismo punto de la A-52 había habido seis siniestros durante el mes y medio anterior al accidente mortal, “los cuales fueron dañando la mediana/transfer separadora de ambos sentidos de la circulación”. Los accidentes ocurrieron los días 24 y 27 de noviembre de 2022, 12, 24 y 30 de diciembre de 2022 y el 1 de enero de 2023. El 2 de enero, solo cinco días antes de la colisión que centra esta causa judicial, se retiraron los restos de la mediana dañados y se pusieron las barreras plásticas rojas y blancas BM-100. No fue hasta horas después del accidente mortal cuando se reforzó la seguridad con barreras rígidas de hormigón.

"Vi cómo el BMW azul barrió literalmente la mediana de plástico"

El atestado de la Guardia Civil de Tráfico de Porriño y el del propio DIRAT de Mérida recogen las manifestaciones tomadas por los agentes a otros conductores que circulaban por ese mismo punto de la A-52 durante aquella lluviosa jornada de 7 de enero y que presenciaron el accidente mortal. Uno de los testimonios es el del conductor del primer vehículo contra el que colisionó el BMW 116D antes del impacto contra el Renault Arkana. Este hombre de nacionalidad portuguesa, que iba al volante de un BMW 330D con su familia, relató que circulaba en sentido Benavente por el carril izquierdo de los dos existentes y vio como un “vehículo azul” cruzaba de repente la mediana. “Me colisionó en mi lateral izquierdo levemente” y a continuación impactó con “el vehículo de atrás”, el que iba detrás de él por el mismo carril. “Yo iba a unos 100 km/h porque estaba lloviendo; el otro [el causante del accidente] no sé a qué velocidad podría circular, pero pasó muy rápido cuando me golpeó”, declaró.

Otro automovilista de fuera de Galicia que iba en ese mismo sentido vio todo a apenas 200 o 250 metros de distancia. “Observé como un BMW de color azul atravesaba la mediana a bastante velocidad, siguiendo una trayectoria recta, y literalmente barrió la mediana de plástico existente”, afirmó. “Inmediatamente golpeó al Renault de color blanco de frente y de forma muy brusca”, añadió, concretando que “solo vi el impacto” contra ese automóvil y no llegó a percibir el que hubo justo antes contra el BMW de la familia portuguesa. “Llovía bastante, pero la visibilidad era buena, había circulación fluida y se circulaba bien”, añadió sobre aquella jornada de sábado en la que había bastante tráfico al coincidir en fin de semana y con el final de las vacaciones navideñas.

Otro conductor más que iba en idéntica dirección, vecino de Ponteareas, recuerda como vio entrar al “coche azul” por la mediana de plástico. “Venía recto y rápido, cuando lo vi venir ya reduje la velocidad y acto seguido se sucedió un golpe muy fuerte a aproximadamente unos 50 o 100 metros de donde me encontraba”, dijo. Tampoco vio el golpe contra el primer turismo y, como el resto de testigos, coincide en que llovía “fuerte” pero la circulación era “fluida”.

“Se fue sin más”

Un automovilista que circulaba en la misma dirección que el BMW que causó el siniestro declaró que este coche lo adelantó cuando salieron del túnel de A Cañiza. “Yo iba a 100 km/h y calculo que el BMW sobre 110, no mucho más”, indicó este vecino de Crecente. Sobre el momento del accidente concretó: “Él iba circulando por el carril derecho y se le fue el vehículo a la izquierda sin más. Entró recto por la mediana de plástico y ya vi saltar una bionda y el impacto fuerte contra otro coche. No vi más porque había unos setos”. En relación con ese instante en el que el joven investigado se salió de la vía, concretó que “no hizo nada extraño, circulaba normal y se fue sin más”. “Fue un cambio brusco del coche, como si hubiese cogido algo, tuviese un fallo mecánico o intentara esquivar algo, no fue progresivo”, añadió a preguntas de los agentes, confirmando que la lluvia “caía con fuerza”. 

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