El PXOM de Vigo limitará los pisos turísticos: podrán ubicarse en edificios si tienen entrada aparte

El Concello avanza que “se encajarán en el uso terciario hotelero”

Crecieron casi un 70% en el último año y suman ya mil habitaciones más que los hoteles

La medida no afectará a las propiedades ya registradas

Vista general del edificio número 15 de la calle Cesteiros con pisos turísticos

Vista general del edificio número 15 de la calle Cesteiros con pisos turísticos / Alba Villar

A mediados de octubre, la responsable de Urbanismo e Vivenda en el Concello, la concejala María José Caride, anunció que la intención de la entidad local era “limitar nuevas actuaciones de pisos turísticos”, que ya ocupan edificios enteros en el centro y barrios de la ciudad. Fue una de las medidas que citó en el paquete para intentar bajar los precios de los alquileres, así como la construcción de vivienda protegida y la movilización de las propiedades vacías –aplica un recargo del 50% en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) desde 2020–. Recientemente, el alcalde, Abel Caballero, adelantó que se contratará un estudio para identificar posibles zonas tensionadas en las que topar los precios del arrendamiento.

Siete meses y medio después, fuentes municipales preguntadas por esta cuestión señalan a FARO una gran novedad al respecto: destacan que, con el nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), ya está prevista “la limitación de la vivienda de uso turístico” (VUT), repartidas por todo el municipio. Indican que, en el documento urbanístico, todavía pendiente de informes estatales para su aprobación definitiva y posterior entrada en vigor, el Concello olívico establece “el uso residencial con carácter de permanencia”, de tal forma que las viviendas turísticas “serán consideradas exclusivamente como actividad económica del sector terciario”.

Esto significa que “se limitan los lugares en los se van a poder ubicar estas viviendas turísticas”. Fuentes de la entidad municipal concretan que el uso residencial “sirve para proporcionar alojamiento estable o habitual a las personas que se establecen en edificios concebidos principalmente para vivienda con carácter permanente, por lo tanto, las viviendas de uso turístico, apartamentos y pisos turísticos se encajarán en el uso terciario hotelero”. “Es en ese uso hotelero a través del cual se regula dónde se pueden instalar, con la garantía de acceso exclusivo para uso turístico”, matizan desde la Praza do Rei, a la vez que dejan claro que esta medida no afectará a las propiedades que ya forman parte del circuito.

En la práctica, supone que las viviendas de uso turístico “no se van a poder establecer en viviendas colectivas de uso residencial a menos que garanticen entrada independiente”, condición que reduciría su ubicación, en todo caso, a los bajos de estos edificios. Esta limitación supondrá un freno para el sector, uno de los grandes beneficiados del auge del turismo en Vigo gracias, en gran parte, al tirón de las luces de Navidad en los meses más fríos y las playas y las islas Cíes en los más cálidos: la previsión para este verano, si el tiempo acompaña, es realmente favorable –el sector turístico ya habla de récord–. Basta con acercar la lupa a las estadísticas para comprobar que el protagonismo de las VUT es creciente.

Mientras la oferta de alquiler tradicional marca nuevos mínimos cada mes, con el precio más alto jamás registrado –más de 10 euros el metro cuadrado, según Idealista, un 7,4% más que en abril de 2023–, las viviendas de uso turístico crecen a pasos de gigante. En base a la información recogida por el registro de empresas y actividades turísticas de la Xunta, ya son 1.761 en Vigo, casi un 67% más que hace aproximadamente un año –en torno a 700 más–. La cifra no deja de subir. Entre los atractivos, la mayor rentabilidad frente al arrendamiento de larga duración: se ofertan apartamentos para la noche del sábado por unos 100 euros. La presidenta de la Asociación de Vivendas Turísticas de Galicia (Aviturga), Dulcinea Aguín, vincula su éxito con la “seguridad jurídica” que ofrece esta modalidad de alquiler frente al tradicional a raíz de la ley de vivienda –en vigor desde hace un año–, con medidas para proteger a inquilinos vulnerables.

Las comunidades de propietarios de Vigo ya se están moviendo para intentar contener la eclosión de las viviendas de uso turístico y los malos comportamientos que se asocian a estos en algunos casos, como ruidos derivados de fiestas o desperfectos en los elementos comunes de los edificios –principalmente, cuando se trata de jóvenes–. Ante las dudas que siguen existiendo sobre la legalidad al respecto de su prohibición –hay sentencias en España a favor y en contra–, lo que están haciendo los residentes es establecer un reglamento interno a los que se deben someter tanto los dueños de los pisos en alquiler vacacional como los turistas, pero también los estudiantes que viven en pisos universitarios. Para afrontar contratiempos relacionados con la convivencia en los edificios, también se están aprobando en juntas de vecinos la instalación de cámaras de vigilancia en las zonas comunes.

Vigo es el segundo municipio gallego con más viviendas vacacionales, solo después de Sanxenxo, donde hay 2.836. Una comparación para entender la magnitud que tienen en la ciudad olívica: ya suman un millar de habitaciones más que los 75 establecimientos hoteleros registrados –más de 3.800 frente a 2.836–.

Acción que apoyan vecinos, hoteles y sindicato de inquilinos

El Sindicato de Inquilinas de Vigo-Tui-Baixo Miño vincula directamente el aumento de viviendas de uso turístico (VUT) con la subida de los precios de los alquileres, por lo que cree fundamental su restricción. Están en el mismo saco 15 entidades vecinales de España –entre ellas, la Federación de Asociaciones Vecinales de Vigo Eduardo Chao (Favec)–, que advierten de la gentrificación como una de las consecuencias.

La Asociación de Hoteles de Vigo (Ahosvi) también pide su limitación y lamenta la diferencia de exigencias con sus negocios. “Debería haber una moratoria en las licencias en zonas tensionadas y realizarse una inspección para tener una foto real. A nivel estatal, debería desarrollarse una ley propia para estas viviendas”, reflexiona su presidente, Iván Sánchez.

La Asociación de Vivendas Turísticas de Galicia (Aviturga) defiende que las VUT no son el problema de acceso a la vivienda, sino las casas y los pisos vacíos, que son más de 15.000 en Vigo.

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