Gran Vigo

El HALO, pendiente del cielo

La finalización del ascensor requiere de al menos cinco días sin lluvias para su pavimentación

Vista general del ascensor HALO ante Vialia. 
  | // MARTA G. BREA

Vista general del ascensor HALO ante Vialia. | // MARTA G. BREA / Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

Igual que hace un año para el izado del anillo superior, las obras del ascensor HALO miran hacia el cielo. Esta vez, sin embargo, lo hace para los que serán los últimos retoques antes de su finalización y puesta en servicio prevista por el Concello para finales de enero. Las obras en la estructura de 45 metros de alto que conectará García Barbón y Vía Norte encaran su recta final “dependiendo ahora al 100%” de la lluvia para garantizar este último plazo.

Una vez completada la estructura e instalaciones superiores son necesarios al menos cinco días seguidos sin lluvias para aplicar el pavimento final en las pasarelas: una cubierta, al este, y otra descubierta hacia el oeste. Fuentes de la actuación ya apuntaron en este sentido en el mes de octubre cuando FARO visitó por primera vez el anillo.

Es por ello que en los últimos días han comenzado los trabajos de urbanización en los espacios intersticiales –intermedios entre el edificio diseñado por Thom Mayne y la Autopista del Atlántico– para adecentarlos al nuevo entorno. Este procedimiento también se repetirá en la “zona de embarque” de Serafín Avendaño, donde se ha avanzado notablemente, y en la de la plaza pública superior de Vialia.

Trabajos en la parte inferior del ascensor HALO

Trabajos en la parte inferior del ascensor HALO / FdV

Cuando se iniciaron los trabajos el 9 de agosto de 2022 se estimaba necesario un plazo de 12 meses y un presupuesto de 12,6 millones de euros. Finalmente, la estructura diseñada por Arenas y Asociados, el estudio vigués AM2 Arquitectos y la portuguesa NOARQ requerirá de casi 16 meses y 15,8 millones.

Pese a las impresiones que generaba desde detrás de las vallas de obra, la pasarela–mirador goza de 4,5 metros de ancho. La otra cuestión clave era la sensación de vértigo que podía generar el caminar por ella, a 15 metros de altura sobre el suelo.

Desde la obra reconocen que tuvieron especial “sensibilidad” con esta cuestión para no excluir a los más aprensivos de su uso, colocando dos muros de más de un metro de ancho y alrededor de 1,3 de alto hacia cada lado; lo que impide. Aún así, no se descarta que en el futuro se incorporen medidas de seguridad adicionales como ya se hizo en la pasarela que conecta el Centro Comercial A Laxe con el Casco Vello.

Visita en exclusiva a las instalaciones del HALO

Pedro Fernández

Sin inauguración oficial

No obstante, aunque finalicen las obras y los dos elevadores comiencen a salvar el desnivel existente, no habrá una inauguración oficial. La convocatoria de las elecciones gallegas para el 18 de febrero prohibe este tipo de actos.