Las facturas alejan a los alumnos de las matemáticas

Profesores indican que los estudiantes ven “lejos” las nóminas o el IRPF, pero sí están capacitados para entenderlos

3º de ESO arrancará la opcional de cultura financiera, con un año de retraso sobre lo anunciado

Una prueba de 
competencias clave,
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Una prueba de competencias clave, entre las que se encuentran las matemáticas. | // FDV

Elena Ocampo

Elena Ocampo

La decana de la facultad de Matemáticas de la Universidade de Santiago (USC), Elena Vázquez Cendón, recuerda –entre la nostalgia y el orgullo– cómo averiguó por primera vez el volumen de un cilindro: al llegar a casa, una lata de melocotones en almíbar provista por su abuela para tal particular hallazgo la llevaría a calcular el principio de Cavalieri. “Sin saberlo, recuerdo ir dibujando por encima de los melocotones y... ¡justo había dado el mismo resultado que ponía en la lata!”, ejemplifica.

Esta gallega apasionada de los números equipara la belleza de las declinaciones de lenguas clásicas como el latín, con las fórmulas químicas. Y ensalza la “belleza” de las entender matemáticamente lo que se aprende: “hay que dedicar tiempo para que los alumnos sean protagonistas y aprendan”, insiste. Conceptos menos mecanicistas y más de entendimiento que, no obstante, tropiezan como en una piedra con los largos temarios repletos de ingentes (“y repetidos”) conceptos.

¿Hasta qué punto el alumnado tiene el conocimiento y las destrezas que resultan esenciales para adoptar decisiones y realizar planes de futuro en el ámbito financiero?

El 95% de los estudiantes españoles reconocen qué es, por ejemplo, una factura. Pero cuatro de cada 10 no están capacitados “para realizar interpretaciones sencillas” de la misma, ni tampoco de una nómina, ni saben “aplicar operaciones numéricas básicas, como el cálculo de porcentajes”. Eso es lo que se desprende, al menos, de los resultados de PISA.

Resultados en conocimientos financieros

La proporción de estudiantes que no saben hacerlo (42%) es en este caso muy similar a la media de la OCDE (41%). Los estudiantes de España obtienen en promedio 7 puntos menos en competencia financiera de lo que cabría esperar en función de su rendimiento en matemáticas y lectura. Es decir, España figura en el puesto 12 de 20 en conocimientos financieros. Los resultados detallados de Galicia no aparecen en ese ranking.

El profesor de Secundaria gallego Julio Rodríguez Taboada, presidente de la Federación Española de Sociedades de Profesores de Matemáticas (FESPM) y de la Asociación Galega do Profesorado de Educación Matemática justifica los resultados: “a un chico o chica de 15 años le queda muy lejos una factura o el IRPF, pero los contenidos curriculares sí hablan de crédito y de intereses... Para ellos no es más que un contexto en un problema. Es tan lejano, que no lo interiorizan pero, siendo honestos: ¿quién de nosotros a los 15 años sabía lo que era la declaración de la renta?”, expresa.

“No creo que nuestro alumnado sea más torpe por no entenderlo, ni me parece alarmante. Cuando tenga que enfrentarse a ella, tenemos claro que nuestro alumno va a saber interpretar su nómina”, defiende. De todos modos, la filosofía actual en ciencias exactas pasa –confiesa– por acercar los contenidos a la realidad. “La Educación no puede tener 40 asignaturas; no cabe todo”, alega. Aún así, Julio Rodríguez alude al hecho de que 3º de la ESO en Galicia comenzará el año que viene a impartir la asignatura opcional –anunciada por la Xunta ya para este curso– de cultura financiera.

Hecho tan real como los datos es que en un grupo de Facebook cerrado entre profesores de matemáticas –confiesa uno de sus miembros– varios docentes consultan y preguntan cuando llega la extra sobre conceptos de la misma. Docentes, insistimos. Es decir, graduados universitarios.

Un testimonio similar comparte, muy sinceramente, el profesor de ESO en Vigo, Antón Fente Hernández: “Yo no vería raro que, en general, el alumnado de 15 años desconociera el que es exactamente el impuesto de la renta. En lo tocante a las facturas de la luz y las nóminas, viendo como son, me parecería raro que la mayoría del alumnado las supiera interpretar bien... Tampoco tengo claro que esto se fuera a solucionar con materias de economía en los primeros cursos de la ESO, aunque quizás sí podría ser positivo abordar ciertos aspectos desde las materias de la rama de las ciencias sociales o de matemáticas”, indica. Es más, justifica el lapsus de cuatro de cada diez alumnos en la complejidad de las mismas.

“Tanto en las nóminas, como en la factura de la luz, pienso que hay un problema en el momento de elaborarlas. No me parecen pensadas para ser accesibles al gran público”, asegura. Insiste este docente, eso sí, en que habla “como profesor de matemáticas, sin ser ningún experto en economía”.

La decana de Matemáticas añade, no obstante, la necesidad de “hacer una lectura más comprensiva de las matemáticas”. “El por qué y el para qué pueden ir de la mano en la enseñanza de matemáticas”, expresa. “Los alumnos deben de querer aprender, llegar al fondo de las cosas y los problemas deben de estar bien presentados, pero también aplicados a la realidad”, alega. Vázquez Cendón aboga por recuperar el aula para conectar lo s números y los hechos, pero recuerda: pensar también lleva tiempo.

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