La viguesa Unimate Robótica amplía instalaciones tras doblar facturación y crecer en el sector de la automoción

Se instala en Peinador para afrontar nuevos proyectos y “aportar soluciones de mayor valor añadido”

Supera ya los 6 millones en ventas y pasa de 27 a 42 trabajadores

Desde la izquierda: José Luis Martín,Cástor González y Sergio Steinbrüggen,en la nueva planta.

Desde la izquierda: José Luis Martín,Cástor González y Sergio Steinbrüggen,en la nueva planta. / Alba Villar

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

El sector de la automoción gallego es mucho más que Stellantis Vigo o los proveedores que nutren con sus piezas desde aquí las líneas de esta y de otras factorías de vehículos. Un claro ejemplo de ello es la viguesa Unimate Robótica, firma especializada en la automatización de procesos con robots industriales que sin hacer mucho ruido ha ido creciendo de forma constante hasta hacerse un hueco en esta industria tanto en España como a nivel internacional. La firma, que acumula ya una década de actividad, vivió el año pasado “un punto de inflexión”, como explican sus dos socios administradores Cástor González y Sergio Steinbrüggen. Gracias a ello, la empresa ha logrado doblar su facturación hasta superar los 6 millones de euros y se encuentra estos días adecuando unas nuevas instalaciones, más grandes. El objetivo es seguir innovando y “aportar soluciones de mayor valor añadido”.

Unimate nació en 2013 y empezó a crecer gracias a los más de 20 años de experiencia atesorados por los dos socios, que durante mucho tiempo coincidieron trabajando en ABB. Hoy los brazos robóticos desarrollados por esta multinacional especializada en electrificación y automatización pueblan las nuevas instalaciones que la empresa viguesa adecua ya en Peinador. Allí disponen de una parcela en la que hay oficinas y naves que superan los 1.600 metros cuadrados, el doble de lo que tenían en el polígono de Monte Faquiña.

Aspecto provicional del exterior de la nueva planta de Unimate Robótica en Peinador

Aspecto provicional del exterior de la nueva planta de Unimate Robótica en Peinador / Alba Villar

El trabajo de la empresa es hacer líneas de producción automáticas y la integración en la modalidad de llave en mano. “Participamos desde la industrialización hasta que queda allí funcionando”, explica González.

Los socios comentan que a finales del pasado año ya habían asegurado carga de trabajo para todo 2024, por lo que decidieron frenar el apartado comercial para centrarse en los proyectos en marcha. Entre ellos destaca, por ejemplo, el que desarrollan para la planta del proveedor Benteler en Burgos, para una pieza de chasis para Mercedes Vitoria, u otro para un componente del Volkswagen T-Roc que se hace en Palmela, Portugal. “Han tenido una influencia muy importante las ayudas del Perte que recayeron sobre el automóvil, que han llegado también a las pymes y nos han permitido acceder a proyectos más grandes”, comentan.

A ello se suman proyectos de calado como FacendoPlus, recientemente presentado y en el que van de la mano de Stellantis Vigo. “Participamos en dos proyectos de automatización para actividades que hasta ahora son manuales”, resumen. Uno de ellos es la colocación de pegatinas obturadoras en las puertas de las furgonetas K9; el otro es la colocación de la rueda de repuesto.

Evolución

Ese punto de inflexión en el que coinciden ambos administradores hizo que la empresa pasase de facturar 3 millones de euros a superar los 6 este año con ese “freno de mano puesto” en la parte comercial, bromean. Y es que uno de los objetivos que se marcan es el de que continuar creciendo, “pero de forma sostenida, poco a poco”. De hecho, ya incrementaron notablemente la plantilla, pasando de 27 personas a 42, “la mayoría de ellos ingenieros”.

Con esta forma de trabajar, ahora su objetivo es el de intentar diversificar a otros sectores industriales, ya que la automoción representa para ellos más de un 90% de la facturación. “Interesan aquellos nichos donde no haya mucha competencia, que sean soluciones posibles, que aporten valor al cliente y que sean replicables”, señala Steinbrüggen. Eso sí, todo seguirá pasando por la innovación y por retener el know-how de la parte de ingeniería. “Centrarnos en retener el conocimiento”, añade González.

Para llegar a donde están hoy, ambos socios se apoyaron en el saber hacer y la experiencia de José Luis Martín, que pasó de apoyarlos de forma externa a aceptar ahora el puesto de director general para quitarles carga de trabajo, apostar por la profesionalización de la firma y dejar a los ingenieros más espacio para que se pudieran centrar en la parte comercial y la innovación. “He accedido a esta posición porque es una empresa estupenda con dos socios espectaculares. Estoy encantado con este crecimiento”, explica Martín.

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