La obra de la playa de Vilagarcía podría acabar en agosto al estar ejecutada ya en un 75%

Tragsa comenzó a retirar las vallas de la parte de A Concha más próxima a O Ramal

El Concello argumenta que hay tantas zonas perimetradas por motivos de seguridad

Las obras tienen de plazo hasta finales de septiembre pero posiblemente terminarán antes.

Las obras tienen de plazo hasta finales de septiembre pero posiblemente terminarán antes. / Iñaki Abella

María López

María López

La obra de regeneración de la playa de A Concha-Compostela podría terminar antes de lo previsto. Aunque tiene un plazo de ejecución de cinco meses y por tanto podría concluir a finales de septiembre (empezó a finales de abril), el Concello de Vilagarcía contempla la posibilidad de que el fin de la actuación podría adelantarse a la segunda mitad de agosto teniendo en cuenta que el proyecto ya ha sido ejecutado en más de tres cuartas partes (un 75%). No obstante, desde Ravella apuntan que “todo dependerá de que los trabajos discurran con normalidad”.

El concejal de Medio Ambiente, Diego García, se reunió ayer a pie de playa con los técnicos de Costas y de Tragsa. El edil socialista pudo comprobar en primera persona el inicio de la apertura gradual de la playa, puesto que las vallas de la parte de A Concha más próxima al pinar y al muelle de O Ramal ya fueron retiradas.

Una de las cuatro pasarelas de acceso a la playa. |   // IÑAKI ABELLA

Una de las cuatro pasarelas de acceso a la playa. / Iñaki Abella

Desde Ravella explican que la razón por la que actualmente están perimetrados los distintos espacios de trabajo, dejando solamente pasarelas de acceso a la zona de baño, es por seguridad. “Las zonas de trabajo son cada vez más estrechas y es necesario acotarlas bien para evitar cualquier tipo de riesgo donde están actuando máquinas de gran porte. A medida que se vaya avanzando (retirada de la capa superficial, nueva extensión y nivelación de arena, riego, ...), las vallas se irán retirando sucesivamente hasta llegar al final”.

La playa se irá reabriendo de forma progresiva. |   // IÑAKI ABELLA

La playa se irá reabriendo de forma progresiva. / Iñaki Abella

Los operarios de Tragsa continúan con los trabajos de riego con agua salada para quemar el cadillo hasta la altura de la bocacalle que da a la antigua Lantero. Fuentes municipales detallan que “desde ahí y a lo largo del parque de la Compostela y casi hasta el viejo lavadero los trabajos repiten el esquema ya ensayado en A Concha, es decir, retirada de la capa superficial en la que se extendió el molesto cadillo para ser soterrada en grandes zanjas, que entonces vuelven a ser rellenadas con arena que, retirada primero, después es aireada. Finalmente, como en el resto de las etapas, será regada con agua salada. Por este motivo también será movido el generador eléctrico y la bomba de agua que ahora está en A Concha. De este modo la liberación del arenal será gradual”.

Batidas manuales donde la maquinaria no puede llegar para eliminar el cadillo

El proyecto prevé que los operarios hagan batidas manuales para erradicar cualquier resto de cadillo, ya que las máquinas no pueden llegar a toda la superficie “por cuestiones técnicas pero también por prudencia” –señalan desde el Concello–, como por ejemplo a las esquinas del paseo, las canalizaciones o las arquetas donde puedan quedar restos de abrojo. De introducir la maquinaria ahí podrían producirse roturas.

Cuando las obras terminen se realizará una nueva y definitiva batida a pie, anuncian desde el Ayuntamiento. En cuanto al mantenimiento, está previsto regar anualmente con agua salada la playa para evitar que el cadillo vuelva a reproducirse. Con todo, desde Ravella recuerdan que se trata de un proyecto experimental que se está desarrollando por vez primera.

Suscríbete para seguir leyendo