Todo a punto para una acampada que nunca olvidarán

Desde el domingo, el centro vacacional de A Lanzada recibirá a 1.540 niños

Son pontevedreses nacidos entre 2011 y 2016

Se reparten en once turnos semanales

Las tiendas de campaña ya esperan  a los niños.

Las tiendas de campaña ya esperan a los niños. / Iñaki Abella

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Ha llegado el momento soñado por muchos niños pontevedreses nacidos entre 2011 y 2016. El domingo arrancan en O Grove unas vacaciones que no olvidarán y que, como ellos, han podido disfrutar decenas de miles de ciudadanos de toda la provincia en los últimos años.

Se trata del afamado campamento estival del centro vacacional de A Lanzada, convertido en una referencia obligada un verano tras otro y, quizás, en la ludoteca más importante de cuantas se llevan a cabo en Galicia.

Monte Siradella

Todo está a punto en esas instalaciones asentadas a los pies del Monte Siradella y sobre la emblemática playa de A Lanzada, cuyo istmo se sitúa al otro lado de la carretera.

Un campamento que, como el edificio que incluye en el propio recinto, destinado a Pousada y sede ocasional del taller de empleo de O Grove, pertenece a la Diputación de Pontevedra.

Una cita consolidada

Un organismo que con Rafael Louzán al frente, después con Carmela Silva y ahora, con Luis López como presidente, jamás se ha atrevido a cuestionar la continuidad de esta exitosa experiencia lúdica y también formativa, llamada a favorecer la convivencia entre los jóvenes, premiar el compañerismo y divulgar los valores naturales del entorno, así como la necesidad de preservarlo.

Muy por el contrario, los diferentes gobiernos que han ido pasando por el ente provincial se han preocupado por tratar de mejorar la experiencia del año anterior, que es lo que hace ahora el equipo de Luis López en víspera de una nueva edición.

Inclusión social

Al igual que se han preocupado de reservar un número determinado de plazas –en este caso son 210– que son íntegramente financiadas por el ente provincial para favorecer la inclusión social, tratando de conseguir que todos los niños de la provincia tengan las mismas oportunidades.

Los demás pagan 80 euros –si son plazas subvencionadas– o 110, consiguiendo así acceso a una intensa semana con todo tipo de actividades lúdicas y culturales, dentro y fuera del campamento.

Voiaje a Ons

Un precio en el que se incluye el seguro de accidentes, una excursión a Ons para cada grupo y tanto el alojamiento como la manutención, en régimen de pensión completa.

Precisamente esa visita a la isla, visible desde el campamento, es una de las propuestas destacadas del programa, como lo es una segunda excursión por el entorno estrechamente relacionada con el disfrute y protección del medio ambiente.

Al igual que destacan el tradicional taller en el que elegir entre todos los participantes a la mascota oficial del campamento.

“A Lanzada, un paseo por la historia”

Todo ello al abrigo del programa “A Lanzada, un paseo por la historia”, en el que se integran actividades destinadas a “favorecer la igualdad de género y la inclusión”, pero también “el aprendizaje de la lengua inglesa”.

Junto a multitud de iniciativas relacionadas con “el arte, la cultura, la ciencia, el deporte, la lengua de signos, el respeto y la dinamización y el conocimiento multicultural del entorno”.

Todo ello a partir del domingo, en once turnos consecutivos de siete días de duración que darán entrada a 140 niños en cada uno de ellos, el primero del 23 al 29 del mes en curso y el último, entre el 1 y el 7 de septiembre.

Ni que decir tiene que una vez dentro del campamento, los niños también podrán disfrutar de las instalaciones propiamente dichas, provistas tanto de tiendas de acampada como de bungalós de usos múltiples –como enfermería, dirección del campamento y similares–, anfiteatro, zona de juegos y deportes, comedor exterior, comedor interior, cocina y baños.

Todo a punto

Unas instalaciones, dicho sea de paso, que han sido acondicionadas a conciencia en los últimos días, sobre todo en el caso de las tiendas de campaña que el domingo recibirán a los primeros campistas y sus padres, que como siempre podrán acompañarlos en la llegada.

Luis López con un grupo de niños arousanos, ayer.

Luis López con un grupo de niños arousanos, ayer. / Iñaki Abella

Un momento especialmente emotivo para muchos, ya que la mayoría de los niños se separarán por primera vez de sus monitores para vivir una experiencia absolutamente desconocida para ellos.

Esto también forma parte de la enriquecedora experiencia que supone el Campamento de A Lanzada, ya que este programa lúdico y educativo propicia “que los menores aumenten su motricidad, madurez personal y sociabilidad; además de aprender a desarrollarse en un medio no habitual y a ocupar su tiempo libre de manera constructiva”.

Por si no fuera suficiente, pueden “adquirir hábitos higiénicos, alimenticios y de ejercicio físico saludables mientras entran en contacto con la naturaleza y aprenden a respetarla”, esgrimen en la Diputación.

Monitores especializados

En cualquier caso, los niños no estarán solos, ni mucho menos. Los acompañará un equipo técnico integrado por personal especializado en animación sociocultural, actividades de tiempo libre, actividades náuticas y empleo de la lengua inglesa.

Asimismo, los menores con necesidades especiales por razón de su discapacidad “disponen del personal de apoyo necesario adaptado a sus características”. A lo que se suma el personal especializado en atención sanitaria de primeros auxilios.

Es decir, que los padres y tutores pueden estar tranquilos cuando dejan a los niños en el Campamento de A Lanzada, que además dispone de un protocolo específico de actuación frente a la violencia, para la protección integral de la infancia y la adolescencia y por la igualdad real de las personas trans que también garantiza los derechos de los niños LGTBI participantes.