Opinión | EL BOLETÍN DEL DIRECTOR

La costa es nuestra y Audasa, como Stellantis, siempre gana

El director de FARO, Rogelio Garrido, analiza los temas claves de la actualidad de esta semana

El boletín del director

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Conscientes de la necesidad de abrirnos a la comunidad de lectores, de acercarnos más, FARO lanzó tiempo atrás un catálogo de newsletter (Economía, Deportes, Estela…) con enfoques muy personales de asuntos relevantes. La experiencia está siendo muy enriquecedora, según me confiesan sus autores: Lara Graña, Juan Carlos Álvarez y Salvador Rodríguez. Tanto que me la recomendaron. Por cierto, si todavía no se han apuntado a sus newsletter, háganlo, me lo agradecerán. Pero el empujón definitivo me lo ha dado Alba Chao, corresponsable de la edición digital, quien entre otras muchas virtudes tiene la de perseverancia… Y aquí me tienen.

Así que todos los viernes (salvo causas de fuerza mayor, que dirían los clásicos) aquellos lectores de FARO que así lo deseen recibirán un boletín en el que compartiré un análisis de los hechos más notables que hemos publicado estos días. Intentaré ser ameno, selectivo y claro (aunque el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones). Aspiro a que me entiendan, aunque no lo compartan. Si lo consigo, misión cumplida.

El éxito de una newsletter, me avisan los que saben de estas cosas, radica en la brevedad. Ser sucinto. Así que me temo que esta primera, al ritmo que voy, está abocada al fracaso. Por eso vamos al grano. Más allá del culebrón sanchista (ya saben, estoy por irme, pero si me lo pedís mucho me quedaría, aunque no sé si merece la pena tanto sacrificio, vaya que me lo voy a pensar un ratito…), si tuviera que poner nombre y apellidos a los asuntos capitales de la semana serían: Ley del Litoral, Audasa y Stellantis. Arrancamos.

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Me apunto

Ley del Litoral

Es sabido que hay pocas cosas más satisfactorias que tener la razón. Bueno, claro que hay otras: una goleada del Celta, comer chocolate a escondidas o una buena siesta sin que la vecina del quinto toque la trompeta. Pero la decisión del Constitucional de darle la razón a la Xunta frente al Gobierno sobre la gestión de la costa gallega ha provocado una inmensa alegría al presidente gallego, Alfonso Rueda. ¡Qué bien sienta doblarle el pulso a Pedro Sánchez! No soy Ayuso, pero casi. Al margen de ese regustillo, lo cierto es que la victoria tiene su enjundia. Porque será Galicia la que, una vez disponga de los instrumentos legales adecuados (que ya están tardando), pueda regular las concesiones en el litoral y sus prórrogas, algo vital para industrias vinculadas al mar. El Gobierno debe entender de una vez que Galicia es una nacionalidad histórica (por favor relean la Constitución) y merece un tratamiento como tal. Aunque todavía estamos a años luz de Cataluña y País Vasco, la distancia se ha acortado unos cuantos metros gracias al Constitucional. 

Audasa

Vayamos con Audasa. Los lectores de FARO conocen bien la “teima” que tiene nuestro periódico con la AP-9. Que la única vía de alta capacidad que vertebra el norte y el sur de Galicia sea de pago es impresentable. Que los peajes suban año tras año a un ritmo brutal, infame. Y que la concesión caduque en 2048, intolerable. Precisamente sobre este punto la Comisión Europea está especialmente incisiva (y que no pare, por favor). Hasta ahora nadie ha sabido explicar por qué el Ejecutivo (entonces presidido por José María Aznar) prorrogó esa concesión sin haber convocado un concurso público, es decir “by the face”. Esto no se entiende ni aquí ni en Tombuctú. Y mucho menos en Bruselas. Así que por segunda vez la Comisión ha requerido a este Gobierno (que honestamente ha heredado el marrón) a que explique cómo y por qué. La verdad lo tendrá muy difícil. Hasta ahora las explicaciones enviadas (que, por cierto, ministro Puente, nos gustaría conocer) han sido despachadas con un clamoroso suspenso. Si Bruselas finalmente tumba la concesión y libera el peaje (habrá que seguir poniendo una vela a San Judas Tadeo, santo de las causas imposibles), el Ejecutivo tendría que pagar un pastizal a Audasa. Algunos cálculos apuntan a mil millones. Y es que Audasa, como la banca, nunca pierde.

UNA VISTA DE LA AUTOPISTA DEL ATLANTICO AP-9 A SU PASO POR EL PUENTE DE RANDE SOBRE LA RIA DE VIGO / VISTAS. PANORAMICA

UNA VISTA DE LA AUTOPISTA DEL ATLANTICO AP-9 A SU PASO POR EL PUENTE DE RANDE SOBRE LA RIA DE VIGO / VISTAS. PANORAMICA / JOSE LORES

Stellantis Vigo

Y si han llegado hasta aquí, concédanme un puñado de líneas para hablar de Stellantis Vigo. Y lo haré en forma de pregunta: ¿Es posible que la factoría más rentable del mundo; que acaba de conseguir del Gobierno la Alta Tensión; que ha logrado del Puerto una concesión en exclusiva de la terminal de Bouzas y un silo que costará casi 40 millones; que recibirá del PERTE decenas de millones, que tiene una plantilla de trabajadores top y unos proveedores extraordinarios… es posible que quiera más ayuda pública porque “el éxito de hoy puede ser el fracaso de mañana”? Sí, es posible. Lo hizo el director de la factoría Ignacio Bueno, quien, imbuido del espíritu tavariano (en honor a su patrón, el “killer” Carlos Tavares), quiere más. Mucho más. Y, si nos atenemos a la experiencia, lo tendrá y rápido. No apuesten lo contrario. Perderán. El mensaje de Bueno (que como director hizo honor a su apellido) fue su último servicio a la causa stellantista en Balaídos. Un día después de soltarlo, lo relevaron por el vigués Jose Luis Alonso Mosquera. Sic transit gloria mundi.

Lo sé, había prometido ser sucinto y les he fallado. Discúlpenme, serán los nervios del novato. Espero, al menos, haber cumplido con las otras dos promesas: selectivo y ameno. En caso contrario, tengan un poco de paciencia. Yo, como Alba, también soy perseverante. Prometo mejorar. Hasta el próximo viernes. Buen fin de semana y ¡hala Celta!