Un vigués intenta atropellar a su expareja en pleno repunte de casos de violencia machista

La Policía Nacional calificó el ataque de intento de homicidio y lo notificó a la UFAM central de Madrid, como hace con todos los casos graves de violencia de género, doméstica o sexual

Una mujer sostiene un cartel contra la violencia machista.

Una mujer sostiene un cartel contra la violencia machista. / FdV

Marta Fontán

Marta Fontán

La violencia de género no cesa. Buena prueba de ello es la incesante actividad del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo, con jornadas que un día sí y otro también se convierten en maratonianas y con sus estadísticas de actividad que arrojan como por ejemplo a lo largo de 2022 registraron una media de tres casos diarios. Y en las últimas semanas, según las fuentes policiales consultadas, se ha registrado un repunte. Solo entre este miércoles y la madrugada del jueves la Policía Nacional detuvo a cinco presuntos maltratadores en la ciudad olívica. El caso más grave fue el de un hombre que supuestamente intentó arrollar con su vehículo a su expareja, un ataque que también habría ido dirigido contra alguna o algunas familiares más que estaban con la víctima. El asunto ha sido calificado en la comisaría como un homicidio en grado de tentativa y, de hecho, desde la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de Vigo, la que se encarga de la investigación de este tipo de hechos, se ha dado notificación de lo sucedido a la UFAM central de Madrid, cumpliendo el protocolo que establece la obligación de informar de este y otros delitos graves que competen a este grupo policial especializado.

No han trascendido muchos datos sobre este intento de atropello, sobre el que las fuentes oficiales de la Policía Nacional guardaron absoluto mutismo por su política de no informar sobre casos de violencia de género, pero otras fuentes apuntaron que los hechos se habrían producido la pasada madrugada en Zamáns y que la víctima no habría resultado herida, aunque sí hubo daños en una vivienda. La previsión, según fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), es que el arrestado pase hoy a disposición judicial.

Lo cierto es que de este caso se dio notificación a la UFAM central de Madrid. Según el protocolo, desde las distintas comisarías debe informarse a este grupo de los homicidios y tentativas de homicidio de violencia de género, de los homicidios de violencia doméstica, de las agresiones sexuales graves –aquellas cometidas en grupo, en las que las víctimas sean vulnerables, que deriven en lesiones severas o que sean cometidas por un delincuente sexual seriado–, de las sustracciones parentales y de ciertas desapariciones de menores, como aquellas en las que, por diversas causas, esté en riesgo la vida o la integridad física de las víctimas, así como cuando el niño o adolescente necesite medicación o sufra una discapacidad física o psíquica grave.

Alarma

El repunte de casos de violencia de género en Vigo coincide con un momento en el que el aumento de asesinatos en distintos puntos de España ha disparado todas las alarmas. Afortunadamente, en la ciudad olívica no hubo crímenes de esta índole ni en 2022 ni en lo que va de 2023. “El alza en Vigo de casos de malos tratos se viene notando desde finales de diciembre y en este arranque del año”, afirman las fuentes, que destacan que ven muchos casos de parejas jóvenes con muy poco tiempo de convivencia o de personas mayores en los que las víctimas, tras años de agresiones físicas y psíquicas, deciden poner fin a esa situación y denunciar a sus agresores.

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Las detenciones por violencia de género se suceden a diario. Ayer la Policía Local informaba de otro caso, ocurrido la noche del lunes en Camino Rañeira. La víctima, de 55 años, contó a los agentes que, tras tomar algo con su pareja, se produjo una discusión en la que él, de 58, comenzó a insultarla. Ya en casa, ella trató de telefonear para pedir atención policial, momento en el que, según su relato, el hombre comenzó a golpearla en diversas partes del cuerpo. La mujer, en un momento dado, consiguió zafarse de su agresor y dar la alerta. A la vista del estado de la mujer, los policías avisaron a una ambulancia medicalizada que trasladó a la víctima al PAC de Pizarro. “La mujer estaba terca y tuve que darle una caricia”, afirmó el agresor, que fue inmediatamente detenido.

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