Los vecinos de A Pobra de Trives se veían sorprendidos este martes con una intensa granizada que no se recordaba en años, hasta el punto de que las calles se tiñeron tanto de blanco que algunos pensaron que había nevado. Antes, una tromba de agua inundaba calzadas, bajos y garajes. Algo parecido ocurrió en A Pastoriza, en Lugo, donde las piedras de granizo echaron a perder los cultivos. Provincias limítrofes como León o Asturias también sufrieron las inclemencias del tiempo a unas horas de entrar en la estación veraniega.