Las limitaciones que se pueden establecer en los estatutos son:

  • Uso del ascensor. El uso del ascensor podría llegar a estar prohibido para los perros, aunque no suele ser algo habitual. Limitaciones más frecuentes es que los dueños deban limpiar el ascensor en caso de que el perro lo ensucie o haga algún desperfecto. También puede ocurrir que no puedan utilizarlo al mismo tiempo que otro vecino o que no pueda subirse a él sin bozal.
  • Ladridos molestos. Los vecinos podrían denunciar el ruido aunque sea provocado desde dentro de la vivienda. Puede ejercer este derecho un vecino de forma individual o la comunidad en su conjunto.
  • Zonas comunes. En caso de zonas comunes como piscinas o jardines, las mascotas sí podrían tener limitado el acceso.