Las limitaciones que se pueden establecer en los estatutos son:
Uso del ascensor. El uso del ascensor podría llegar a estar prohibido para los perros, aunque no suele ser algo habitual. Limitaciones más frecuentes es que los dueños deban limpiar el ascensor en caso de que el perro lo ensucie o haga algún desperfecto. También puede ocurrir que no puedan utilizarlo al mismo tiempo que otro vecino o que no pueda subirse a él sin bozal.