Alrededor de las 15 horas de este viernes dejó Beiramar para realizar sus primeros test en el agua y con propulsión propia.

Sufragado parcialmente con fondos europeos --presupuestado en 85 millones de euros--, el barco fue contratado con Armón Vigo por el Instituto Español de Oceanografía (IEO), adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Será un referente global con 500 metros cuadrados de laboratorio para llevar a cabo proyectos en campos como la biología o la física, y más de 100 concentrados en un parque de pesca.