¿Quién es Chappell Roan?

Con su extravagante estética y divertidas canciones sobre relaciones con otras chicas, la joven estadounidense se ha convertido en un icono LGTBI que ha llegado a rechazar actuar en la Casa Blanca durante el mes del Orgullo por falta de compromiso de Biden

Chappell Roan, en una imagen promocional.   | // FDV

Chappell Roan, en una imagen promocional. | // FDV

Antonio Porras

“Quizás quisiste decir: ‘La artista favorita de tu artista favorita’”, redirige el buscador de Google al introducir el nombre de Chappell Roan, la joven artista cuya fama se ha disparado (aparentemente, de la nada) en las últimas semanas. Con The rise and fall of a Midwest princess, su primer álbum, Roan ha pasado de estar cerca de renunciar y volverse a casa de sus padres a convertirse en la banda sonora del verano, convirtiéndose en la próxima promesa del pop.

A sus 26 años y originaria de Misuri, de donde se marchó a los 18 años para perseguir el sueño de ser artista en Los Ángeles, Roan parece haberse propuesto devolver la diversión a la música pop con un álbum que celebra tanto sus referentes como su identidad como artista y mujer lesbiana.

Un ‘alter ego’ rebelde

Con una estética que bebe directamente del mundo de las drag queens, la carrera de Roan ha estado desde el principio muy vinculada a la comunidad LGTBI. De hecho, admite utilizar a Chappell Roan como un alter ego drag: más divertida, más rebelde y más segura de sí misma de lo que es Kayleigh Rose (su verdadero nombre, el cual odia).

La purpurina, las grandes pelucas y el exagerado maquillaje marcan The rise and fall of a Midwest princess, un coming-of-age queer de una joven criada en un ambiente conservador de Misuri que se va a la gran ciudad para descubrirse a sí misma. “Esto no enorgullecerá a mi madre, seguro que monta un numerito”, reconoce en una de las letras de ‘Pink Pony Club’, canción en la que narra la primera vez que fue a una discoteca de ambiente.

Roan no se achanta a la hora de cantar sobre romances platónicos con personas de género dudoso como muchos otros artistas en sus inicios. Al contrario. La artista narra abiertamente sus desventuras amorosas con otras chicas con una naturalidad propia de los centennial (la generación nacida a partir del año 2000).

Es tal su compromiso con la comunidad, que Roan ha llegado a rechazar actuar en la Casa Blanca durante el mes del Orgullo. “Iré cuando consigáis que haya libertad y justicia para todos, incluidas mujeres, personas trans y personas oprimidas en territorios ocupados”, declaró la cantante en pleno concierto, antes de dedicarle a Joe Biden, el presidente de EE UU, su canción más furiosa: ‘My kink is Karma’.

Una carrera de fondo

La popularidad de Roan ha crecido como la espuma en los últimos tiempos, pero no siempre fue así. Y es que la suya ha sido una carrera de fondo en la que lleva desde 2017, cuando firmó por su primera discográfica. Junto a Atlantic Records lanzó varios EP y trabajó junto a Vance Joy o Dan Nigro, uno de los principales productores de Olivia Rodrigo, quien en su momento también fue la “próxima promesa del pop”.

Sin embargo, Roan terminó siendo expulsada de la discográfica y volviendo a Misuri para trabajar en una tienda de donuts. Pero ya había probado la vida de artista y se dio una última oportunidad de volver a Los Ángeles. Si en 12 meses no lograba nada, volvería a casa de sus padres definitivamente.

Con un sonido completamente renovado y su conexión con el equipo de Rodrigo, Roan comenzó a ver los frutos de su trabajo. Se convirtió en la telonera del Guts World Tour (primera gira mundial de Rodrigo), hito que vino acompañado de su actuación en Coachella y la viralización de ‘Good luck, babe’, su primer hit. A partir de ahí, todo vino rodado.

A medio camino entre la dulzura irreverente de la joven Madonna, la estética camp de Lady Gaga y el divertido ingenio de Village People, con bailecito al ritmo de deletrear sus canciones incluido (‘Hot to go’ es su ‘YMCA’), el éxito de Chappell se entiende como una reivindicación del pop más divertido, que ha logrado alzarla como la diva LGTBI de los centennial.