Lidl te deja impoluto el radiador con este jabón
Un producto que te evitará una de las tareas domésticas más molestas
Lidl te deja impoluto el radiador con este jabón / Vladdeep
R. V.
El radiador es uno de esos elementos de la casa que pasa más desapercibido. Los tenemos distribuidos por casi toda la vivienda pero la mayoría de las veces nos acordamos de que están ahí al averiarse, cuando dejan de desprender calor. Para evitar que no sólo transmita una agradable sensación de calor, sino también polvo y suciedad por la habitación, conviene limpiarlo a fondo. Pero, ¿hay que desmontarlo para limpiarla a fondo? En absoluto. Hoy vamos a ver cómo limpiar el radiador de arriba abajo sin desmontarlo.
El interior
En primer lugar, veamos cómo limpiar el interior del radiador, es decir, entre las grietas. Aquí es donde suele acumularse mucho polvo oculto. Así que empecemos colocando toallas debajo y detrás del radiador, para no ensuciar demasiado el suelo y las paredes.
A continuación, coloca una palangana encima de las toallas para poder moverla mientras lavas el radiador y recoger el agua que caiga. Coge una jarra, vierte agua caliente, 1 cucharadita de jabón de Marsella en escamas y 1 taza de vinagre de alcohol blanco y mézclalo todo.
Por último, lo único que tienes que hacer es verter esta mezcla por todos los rincones del radiador, acordándote de mover la jarra a medida que avanzas para recoger el agua sucia.
El exterior
Una vez limpiado el radiador por dentro, veremos cómo limpiar la superficie exterior, que suele tener manchas de polvo incrustadas. En este caso, sugerimos utilizar jabón de Marsella, cuyas propiedades de limpieza muy suaves permiten lavar radiadores de cualquier material sin riesgo de deslustrarlos o dañarlos. Vierte un poco de jabón líquido directamente sobre la esponja y frota ligeramente sobre la mancha hasta eliminarla. A continuación, pase la esponja por toda la superficie del radiador, prestando especial atención a las grietas y la pared trasera.
Cómo secarlo
Una vez que hayas visto cómo limpiar el radiador por dentro y por fuera, es hora de secarlo para evitar que se acumule humedad. Para ello, te proponemos el método del nudo. Este método no sólo seca el radiador más rápidamente, sino que también lo limpia más a fondo al eliminar cualquier residuo de polvo que aún pueda estar adherido a él. Así que coge un paño electrostático convencional y haz un nudo en un extremo para formar una especie de "mango" para esta herramienta de limpieza.
A continuación, deslícelo por los huecos entre los componentes del radiador y tire de la "cola" del nudo hasta el fondo, asegurándose de que el nudo quede siempre en la parte exterior.
Al final de esta operación, verás que el paño está lleno de polvo y que tu radiador está limpio de arriba abajo. Por supuesto, si observa que el paño está sucio inmediatamente después de la operación, le aconsejamos que lo sustituya. Si desea utilizar materiales reciclados que atraigan y absorban el polvo, también puede utilizar medias viejas para fabricar su propio edredón que podrá introducir directamente en el radiador.
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