La pequeña playa de Area Fofa de Nigrán amaneció ayer con una "enorme" sorpresa. Una potente lanzadera, la mayor interceptada hasta ahora en Galicia, apareció varada en esta cala cercana a Monteferro y al puerto de Panxón. La planeadora, de 20 metros de eslora, con siete motores fueraborda de 300 caballos cada uno y con todos los sistemas de navegación, fue descubierta por los vecinos, que avisaron a la Guardia Civil. La lancha iba cargada de víveres para quince días y con sus motores cargados hasta los topes con miles de litros de gasolina: los investigadores sospechan que a bordo iban al menos cuatro o cinco tripulantes que, por una razón aún desconocida, vararon la embarcación en plena noche a escasos metros de la arena y alcanzaron la playa en una lancha salvavidas. La principal hipótesis es que se dirigían a las Azores para recoger en un buque nodriza un alijo que superaría los 5.000 kilos de cocaína y que traerían de vuelta a Galicia.

La lanzadera fue varada en el mar, se cree que a escasos metros de la playa. El hecho de que los vecinos no escucharan nada por la noche tiene una fácil explicación, ya que estos motores pueden funcionar de forma silenciosa. Y la marea arrastró después la embarcación hasta la arena. Allí, a las ocho de la mañana, cuando la marea ya había bajado, la descubrieron unos sorprendidos vecinos, que dieron aviso del hallazgo. Y se ponía así en marcha un dispositivo en el que participaron, entre otros, agentes del grupo EDOA (Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga) de la Guardia Civil, apoyados por compañeros de la Policía Judicial y, desde el aire, por un helicóptero de Vigilancia Aduanera (SVA). Hasta allí también acudió la titular del Juzgado de Instrucción Número 4 de Vigo, que estaba de guardia.

La planeadora -todavía mayor que la ya imponente lancha que fue varada e incendiada en la playa de A Lanzada el pasado verano- estaba en muy bien estado. ¿Por qué fue entonces abandonada? Se llegó a barajar la hipótesis de una avería, pero esto no está nada claro ya que, pese a que los motores estaban estropeados y de hecho no fueron capaz de arrancarla, se tiene la convicción de que éstos se rompieron contra las rocas que hay en la orilla del arenal cuando ya la lancha había sido dejada a su suerte. Pegada a la lanzadera estaba ayer el bote salvavidas, todavía con los remos, que los tripulantes habrían utilizado para alcanzar la orilla y huir entre la oscuridad de la noche.

Pistas

La embarcación, que se sospecha que estuvo escondida en la provincia de A Coruña hasta que salió al mar, estaba llena de víveres y cargada de gasolina. Tenía todos los sistemas de navegación: GPS, radar, teléfono vía satélite... Los agentes tomaran huellas y se incautaron de lo que había en su interior. Pero la pista más importante no estaba en el barco: un pescador de la zona encontró una mochila a un kilómetro del arenal, en una bocana conocida como "A Porta", que se le cayó a uno de los tripulantes en la precipitada huida. Dentro había teléfonos, documentación y unos folios plastificados con códigos que dejaban al descubierto la "hoja de ruta" de la tripulación. Allí estaban las coordenadas de la travesía que iban a realizar e información sobre la zona donde se iba a hacer la descarga. El grupo tenía dos puntos previstos para ello: uno en el norte y otro en el sur de Galicia.

Las características de la lanzadera y el combustible que llevaba le permitía realizar un viaje de entre 1.000 y 2.000 millas. Y tenía capacidad para cargar de 8.000 a 10.000 kilos de droga. La hipótesis principal, en base a los códigos, es que la embarcación ya había salido hacia un punto de las Azores, donde se encontraría con un buque nodriza para coger cinco toneladas de cocaína. Después, de vuelta a la costa gallega, para la descarga.

Y hay más: se cree que la lancha es una identificada en la zona del río Ulla hace meses y que habría pertenecido al grupo de Manuel Abal "Patoco", el narco cambadés que murió en noviembre tras arrollar con su moto a un peatón. Los investigadores sostienen que de sus negocios se hizo cargo otro "histórico", Juan Carlos Fernández Cores, detenido por los 4.000 kilos de Muxía del pasado enero. De hecho, no se descarta la vinculación de los tripulantes de Nigrán con aquel alijo.