La suerte cae por cuarta vez en este local de Pontevedra donde una turista noruega halló una perla en su ostra

Unos clientes del país nórdico que estaban de vacaciones en las Rías Baixas, encontraron esta brillante gema mientras saboreaban el delicioso molusco en O Bioco

La turista noruega muestra la pequeña perla que halló en su ración de ostras.

La turista noruega muestra la pequeña perla que halló en su ración de ostras. / Cedidas

Marta Clavero

Marta Clavero

En 2021, el restaurante O Bioco fue noticia al registrarse un hallazgo casi de película Disney en una de sus raciones de comida. Pero no era la primera, ni la segunda vez que esta vinoteca del centro histórico de Pontevedra repartía tan reluciente suerte. Y es que aquel año, aún con alguna restricción por la pandemia de COVID en vigor, una pareja de turistas madrileños encontraba una pequeña perla en una ostra de su menú durante una degustación.

Juan Castiñeira, copropietario del establecimiento, confesaba entonces a FARO que se trataba de “la tercera que nos encontramos en 8 años”.

Han pasado exactamente 3 años de aquel brillante descubrimiento, y de nuevo este local de restauración ha podido celebrar la aparición de una nueva gema. En este caso, los afortunados con el "premio gordo" de esta lotería de perlas han sido una pareja de turistas noruegos.

A principios de este mes de julio, David y Stefka pasaban unos días de vacaciones en las Rías Baixas, y entraron a este lugar con la idea de disfrutar de la gastronomía gallega, y en concreto del buen marisco que tradicionalmente sirve O Bioco, especialista, sobre todo, en ostras. Solo hay que ver los espectaculares ejemplares de más de un kilo cada uno de esta especie que recibió el restaurante hace unos siete años y de los que también dio buena cuenta FARO. Ostras como puños procedentes de los bancos de acuicultura social de la agrupación de mariscadoras de la ría O Barqueiro, donde los propietarios suelen "pescar" estos tesoros del mar para llevar a su mesa.

Se trata de ostras salvajes con un sabor diferente al de las ostras de batea, según cuentan los que las desgustan. Tras pedir una ración de su plato estrella, y seguir los consejos para degustarlas bien masticadas, saboreándolas en boca, -y también por si aparecía alguna perla, por aquello de cuidar sus dientes-, los turistas empezaron a probarlas. Y al rato, la mujer noruega "cantó bingo". Stefka se llevó tremenda alegría que inmortalizó con unas fotos y, por supuesto, se llevó la perla que hoy guarda a buen recaudo en su joyero de Noruega.

Aviso a navegantes y a buscadores de tesoros: si la progresión de hallazgos en este restaurante mantiene su frecuencia, la próxima perla escondida en una ostra que vayan a servir podría aparecer en julio de 2027.