El 11% de los bebés nacen ‘in vitro’, 40 años después de la primera ‘niña probeta’ de España

Anna Veiga, bióloga y la madre científica de Victòria Anna, defiende que la congelación de óvulos debería ser una prestación de la sanidad pública | La tasa de éxito oscila entre el 50 y 65%

Victòria Anna Perea,
la primera ‘niña probeta’, 
con su madre científica
 Anna Veiga. 
 // Zowy Voeten

Victòria Anna Perea, la primera ‘niña probeta’, con su madre científica Anna Veiga. // Zowy Voeten

beatriz pérez

Victòria Anna, la primera persona nacida en España mediante un tratamiento de fecundación ‘in vitro’ (FIV), cumplirá 40 años el próximo 12 de julio. Fue la primera ‘niña probeta’ del país, la denominaron los medios en su momento. Victòria Anna nació ese día de 1984 en el antiguo Instituto Universitario Dexeus, ahora denominado Dexeus Mujer Barcelona. “Hemos asistido a una de las grandes revoluciones de la Medicina”, dijo ayer la bióloga Anna Veiga en una rueda de prensa convocada por la clínica para celebrar este aniversario y explicar el avance de las técnicas FIV en España. Veiga es la madre científica de Victòria Anna, cuyo segundo nombre es precisamente un homenaje a ella. Este hecho, han asegurado en varias ocasiones ambas, las ha unido de por vida. Desde entonces se han mejorado las tasas de embarazo de estas técnicas: en la década de los 80, la tasa de éxito de un tratamiento FIV era de entre un 20% y un 25%, mientras que ahora es de entre un 50% y un 65%. Y lo que en 1984 fue un hito médico ahora ya no lo es tanto: en 2023 el 11% de todos los bebés nacidos en España lo hicieron gracias a técnicas de fecundación ‘in vitro’.

“Cuando empezamos [con las técnicas de reproducción asistida] lo hicimos con herramientas limitadas. Estos programas comenzaron en los 80, pero en unos pocos países solo, como EEUU y Reino Unido”, arrancó Veiga, quien aprendió las técnicas trabajando con investigadores extranjeros. Tres años después del nacimiento de Victòria Anna, en 1987, nació el primer embrión congelado en España y en 1988, el primer bebé por donación de óvulos. En las últimas décadas, el número de ciclos de fecundaciones ‘in vitro’ realizadas en la Dexeus con donación de óvulos se ha multiplicado por 5%, dado que las mujeres tienen cada vez hijos más tarde y muchas veces cuando se plantean el primer embarazo tienen ya 40 años y sus óvulos ya no sirven. Veiga fue clara a este respecto: “La congelación de óvulos debería ser una prestación del sistema público de salud”.

En 2006 nació en España el primer bebé fruto de la técnica de maduración de ovocitos ‘in vitro’. En 2012, el primero por preservación de óvulos en una mujer que sufrió un cáncer de ovarios. “Estamos ante una nueva realidad. Los avances en la medicina de reproducción han sido espectaculares. Yo volvería a empezar, claramente”, dijo Veiga. Junto a ella, el actual presidente de la Fundación Dexeus Mujer y exjefe del Servicio de Reproducción, Pedro N. Barri, destacó que, además de la tecnología, ha cambiado (y si cabe, “más”) la sociedad. España es uno de los países con las tasas de fecundidad más bajas de Europa. “La media de hijos ha pasado de 3 a 1,1. Estamos por debajo del reemplazo generacional. Esta es una variable social, no médica”, declaró Barri, quien ha criticado que el Estado dé “pocas ayudas” a las familias.

Por cuestiones sociales (como la precariedad laboral, una tardía emancipación y, también, el que cada vez más ellas ocupan puestos de mando en las empresas), cada vez hay más mujeres solas y sin pareja que se plantean un embarazo. Si antes eran un 4% ahora son un 8%. En 10 años, de 2012 a 2022, el número de mujeres que son madres a partir de los 40 años ha aumentado un 27% en España. La realidad social ha tenido pues un impacto en la reproducción asistida. “La edad media de nuestras pacientes de reproducción asistida ha pasado de los 35 a los 39 años. Actualmente más de un 50% de nuestras pacientes tienen 40 años o más. En 1995 eran solo un 11%”, ha dicho.

Otra realidad son las parejas de lesbianas. En los últimos cinco años, el número de tratamientos de recepción de ovocitos de la pareja (el método ROPA) se han multiplicado por cinco. También ha aumentado la preservación por causas sociales de los óvulos: se ha multiplicado por 10. El perfil es el de una mujer joven que no tiene pareja o que no tiene una situación profesional adecuada para tener el hijo, y que a su vez es consciente de que el paso del tiempo es “inexorable”. “De 2012 a 2022, la media de edad [de mujeres que preservan óvulos] ha bajado de los 37,8 años a los 34,5. Este dato demuestra que las mujeres están mejor informadas”, afirmó el ginecólogo. Así, si en 2009 el 70% de las mujeres que congelaban óvulos era por cuestiones médicas (por ejemplo, un cáncer de ovarios), en 2023 el 90% de las que deciden hacerlo es por un deseo personal.

En paralelo, las mejoras tecnológicas han permitido que, en los últimos años, se redujeran el número de embarazos múltiples producto de estas técnicas. “Hemos reducido el número de embriones transferidos para evitar el riesgo de embarazo múltiple. ¿Por qué? Porque hemos aprendido a cultivar mejor esos embriones y en el laboratorio hemos optimizado las condiciones de cultivo. Además, tenemos muy buenos programas de congelación embrionaria”, destacó la doctora Veiga, que denunció, no obstante, la “inequidad” en el acceso a las técnicas de reproducción ‘in vitro’. La mayoría de las mujeres que quieren acceder se van a las clínicas de pago privadas.