Katherine Rundell | La escritora que ha ganado el premio a Mejor Autor del Año en Reino Unido escribiendo para niños

“Quería contar una aventura emocionante, pero también acercar la filosofía a los niños”

“Creo que la infancia vive con mucha ansiedad la crisis climática, las extinciones de especies de animales y quería escribir un libro que reconociese la situación, pero también que dijera: tu esfuerzo merecerá la pena”

La escritora 
Katherine Rundell.
  | //  ALBA VIGARAY

La escritora Katherine Rundell. | // ALBA VIGARAY

Ángeles Castellano

Dice que una de sus aficiones es andar por los tejados. Pasó parte de sus años de niña subida a los árboles en Harare (Zimbabue), donde vivió con su familia -padre diplomático y madre profesora universitaria-. Sin duda la experiencia le marcó y le dejó un profundo amor a la naturaleza que se respira en sus libros, escritos fundamentalmente para la infancia. Comenzó a publicar pronto, y con 36 años ya ha ganado numerosos premios con sus libros anteriores -Sophie en los cielos de París (Salamandra, 2022), El explorador del Amazonas (Salamandra, 2020) o Los ladrones buenos (Salamandra, 2021)-, pero ha sido este año el que ha encumbrado a Katherine Rundell (Kent, Inglaterra, 1987), después de resultar ganadora del premio literario más importante de Reino Unido: Autor del año (en los British Book Awards). Lo ha conseguido gracias a su más reciente trabajo, un libro para niñas y niños a partir de 9 años, Criaturas Imposibles, el primer libro de una trilogía fantástica que la ha puesto en la órbita de creadores como Tolkien, Ursula K Le Guin, Philip Pullman o C. S. Lewis (autor de Las crónicas de Narnia), que dice ser su gran referente de la infancia.

Es su primer libro de fantasía, en la que ha querido entrar como autora, dice, justamente porque los libros que mayor impacto le produjeron de niña fueron este tipo de novelas. Rundell reivindica la literatura infantil para todos los públicos y es elogiada por autores como Philip Pullman, Michael Morpurgo o Niel Gaiman. Instalada en Londres, donde vive con su pareja, hace unos días, pasó fugazmente por Madrid para presentar la edición en español de su novela y atendió a este diario.

–¿Qué le atrajo del mundo de la fantasía para escribir Criaturas imposibles?

–Es una manera de acercar a las niñas y niños a las grandes ideas -el mal, el poder, el amor, el coraje, la esperanza...-. Creo que les permite acercarse a la filosofía de una manera muy bella. Quería escribir algo que fuese las dos cosas: una aventura emocionante, pero también algo que permitiese a las niñas y niños pensar acerca del mundo real.

–Es una novela con una estructura compleja y que profundiza en algunos grandes temas. No trata al público lector de manera condescendiente. ¿Es quizás esto uno de los motivos de su éxito?

–Es algo en lo que me he esforzado mucho. Una de las cosas que más odiaba de niña era que me trataran de forma condescendiente. Creo que las niñas y niños no tienen tantos conocimientos como las personas adultas, y quizás no tengan la misma vida interior, pero tienen la misma inteligencia, la misma profundidad de poder emocional e incluso diría que a menudo tienen un sentido de la injusticia más fino, creo que las personas adultas a menudo estamos un poco embotados por los compromisos de nuestra vida, pero los niños y niñas sienten la justicia muy profundamente y quise escribir un libro que reconociese esa inteligencia infantil.

–Criaturas imposibles es un canto de amor a la naturaleza como algo único que hay que preservar. Hay mucho respeto por las criaturas vivas -incluye un detallado bestiario- y la trama gira en torno a las aventuras de un grupo de criaturas, capitaneados por un chico y una chica, para salvar el mundo en el que viven. ¿Quería lanzar un mensaje ecologista en momentos de crisis climática?

–Fue completamente intencionado, sí. Creo que la infancia vive con mucha ansiedad la crisis climática, la extinción de especies de animales y quería escribir un libro que reconociese la situación, pero también que dijera: tu esfuerzo merecerá la pena; tu trabajo, tu lucha y tu constancia merecerán la pena. El momento de abandonar es nunca. Además, el libro también quiere ser una metáfora de esa idea de que estamos perdiendo algo que no va a volver nunca y sobre qué hacemos ante esto.

–En su libro hay un mundo fantástico, pero que tiene un Senado -itinerante- de sabios. Sus miembros son descritos como personas profundamente preocupadas por la destrucción, pero también muy lentos, porque adoran los procesos largos. ¿Es esta su idea de la clase política?

–Sí. La urgencia es algo complicado de transmitir a los políticos. Con este Senado quería reflejar la idea de que puedes tener muy buenas intenciones y aun así fracasar en conseguir hacer lo que es necesario. Y que a veces hay que llevar a cabo acciones al margen de las instituciones para poder atender las urgencias reales.

–¿Qué hace Leonardo da Vinci en medio de este mundo de fantasía? ¿Cómo se le ocurrió crear un personaje basado en el artista renacentista?

–Quería incluir algo del mundo real para crear la duda sobre si lo que el libro cuenta es real o una fantasía y darle elementos de historia verdadera. Una cosa preciosa que me está ocurriendo con este libro, que en Gran Bretaña se publicó hace casi un año, es que se me acercan mis lectores y lectoras y me dicen: “obviamente esta historia no es real, pero tengo que asegurarme. ¿Es una historia real o no?”. Es algo que me encanta, y creo que Leonardo da Vinci me está ayudando un poquito con eso, porque seguro que muchos piensan que si aparece aquí es porque la historia es real y este mundo existe en alguna parte. En el libro juego un poco con esa idea de mito y realidad, también con la figura de Enrique VIII entre los dos mundos, el de la fantasía y el real.

–En relación con Leonardo da Vinci hay un malo muy malo, que actúa para destruir el mundo. Sin embargo, no es condescendiente con la muerte...

–Esencialmente, lo que quería es personificar la forma en la que el poder corrompe, lo que ocurre cuando ansiamos el poder de tal manera que es lo único que importa, todo lo que se lleva eso por delante, que es una forma de ejemplificar lo que vemos en el mundo en la actualidad con la crisis climática. Sabemos que la acumulación de poder en una única persona, históricamente, suele salir mal. Quería mostrar eso, ofrecer una idea de que la única manera de que la humanidad funcione, o que la ciudadanía funcione es compartiendo el poder. Pero también quería crear un personaje malvado que diese miedo y emoción en una novela de aventuras, claro.

–Este libro le ha convertido en Autor del año en Gran Bretaña, por encima del resto de la literatura publicada en 2023, no sólo las infantiles. ¿Qué sintió cuando recibió el premio?

–Pues fue una absoluta sorpresa, emocionante, pero la verdad, el único motivo por el que me importa este premio es si consigo llamar la atención de más chicos y chicas para que lo lean. También para las personas adultas, me gustaría que lo leyeran.

–Usted siempre ha reivindicado esto, que todos los adultos deberíamos leer novelas infantiles. De hecho publicó un ensayo de 50 páginas dedicado a esto justamente: Por qué deberías leer libros infantiles, a pesar de que seas tan mayor y listo (Why you should read children’s books, even though you are so old and wise, Bloomsbury Publishing, 2019, aún sin traducir en España). Me imagino que esto le resonó cuando recibió el premio...

–Por supuesto. Ojalá más adultos lean este libro. Me gustaría que lo lean niños, que lo lean adultos, que los adultos se lo lean a los niños que tienen cerca... Mi argumento es que cuando los adultos leen libros infantiles acceden a una parte de su ser que normalmente está oculto, enterrado y creo que es una buena manera de buscar esa parte más idealista que todos tenemos en la infancia, más vulnerable y con una pasión menos constreñida.

–Usted ya ha probado el campo de la literatura para adultos, pero su obra está principalmente en la literatura infantil. La exposición pública que le ofrece este premio, ¿es un impulso para mantener su trabajo como escritora infantil o le anima a buscar una carrera como autora para adultos?

–Creo que me gustaría poder alternar ambas, porque me encanta escribir No ficción para adultos. De hecho, hace poco publiqué un ensayo (creo que aún no se ha publicado en España) sobre especies en vías de extinción titulado El topo de oro y otros tesoros vivientes (The Golden Mole: and Other Living Treasure, Faber & Faber, 2022). Pero si tuviera que elegir, definitivamente me quedaría con la literatura infantil, porque escribes para un grupo de gente que está en el proceso de definir quiénes son, de conformar su verdadero ser y los libros tienen un impacto profundo en este proceso, les acompañan el resto de sus días.

–¿Está trabajando ya en el segundo libro de la trilogía o tiene otros proyectos entre manos también? ¿Qué le gustaría poder hacer en el corto o mediano plazo?

–Me gustaría seguir explorando la No ficción para adultos, acercándome siempre al mundo natural. Ahora, además de la segunda parte de Criaturas imposibles tengo un proyecto de novela para adultos en la que llevo trabajando quince años. Veremos qué camino toma. También estoy escribiendo para películas, una disciplina muy interesante aunque no me gusta tanto como la ficción, pero que te enseña muchas cosas.

–¿Veremos entonces Criaturas imposibles en las pantallas en un futuro, podría ser?

–Podría ser, ya hemos recibido ofertas, pero es difícil trasladar una historia fantástica con tantas criaturas imposibles al audiovisual. Es muy caro y casi prefiero que no haya película que una película mal trasladada, así que estoy esperando a la persona adecuada para que se encargue.