La moda internacional del “cat café” se estrena en Vigo

Dos jóvenes viguesas abren la primera gatoteca de la ciudad donde por cinco euros puedes tomar algo, acariciar y jugar con felinos

El primero del mundo abrió en 1998 en Taiwán

La moda del Cat Café llega a Vigo

Para ver este vídeo suscríbete a Faro de Vigo o inicia sesión si ya eres suscriptor

Suscríbete

¿Ya eres premium? Inicia tu sesión aquí

Pedro Fernández

Mar Mato

Mar Mato

Una conversación de ‘filosofía popular’ entre dos amigas que se conocieron en la carrera fue el punto de partida para una idea de negocio que esta misma semana acaba de abrir sus puertas en Vigo: el Ailuro Cat Café. Sus impulsoras son Carla Monzón y Yaiza Alén, dos arqueólogas que han decidido emprender por esta vía para encontrar una solución a su presente laboral. Se trata del primer 'cat café' de Vigo y, seguramente, el primero del sur de Galicia. En la comunidad gallega, los pioneros abrieron sus puertas en A Coruña y Culleredo.

El fin del mismo es ofrecer un espacio de hostelería donde beber y comer algo con el derecho a acariciar y jugar con gatos que pueden ser adoptados.

En el caso del local vigués, –ubicado en Emilia Pardo Bazán, 34, por debajo de la Avenida de Madrid y un poco antes del Colegio Cluny– este colabora con la asociación Gatiños da Rúa.

“El principal objetivo de nuestro proyecto es que funcione como una casa de acogida para gatos que se pueden adoptar. Queremos darles la oportunidad de tener un hogar”, subraya la emprendedora Yaiza Alén.

Ailuro Cat Café, donde los gatos pueden ser adoptados.

Ailuro Cat Café, donde los gatos pueden ser adoptados. / Marta G. Brea

La joven explica que, por ley, no pueden prohibir en un edificio que la dueña o dueño de un piso albergue animales en el hogar. Diferente es si la persona propietaria arrendadora no desea inquilinos con animales. En ese caso, hay arrendatarios que llegan a deshacerse de ellos entregándolos a familiares, amistades o protectoras; en el peor de los casos, abandonándolos.

“También puede suceder que estudiantes universitarios o trabajadores en Vigo pero procedentes de otros lugares donde tienen gato con sus familias tengan mono de acariciar o jugar con uno; pueden venir aquí y darles unos mimos a los que tenemos”, detalla Alén.

La joven recuerda que en los últmos años trabajó como voluntaria en un 'cat café' de Madrid al tiempo que detalla cómo surgió la idea: “Cada vez que viajaba acababa yendo a uno. Un día, mi socia y yo estábamos hablando de la vida y surgió la idea de montar uno en Vigo”.

Uno de los felinos en adopción en el Ailuro Cat Café

Uno de los felinos en adopción en el Ailuro Cat Café / Marta G. Brea

Tras la apertura el martes por la tarde, Ailuro Cat Café –ailuro significa gato en griego antiguo– la gente que se pasa por el local puede cuidar o jugar con cinco felinos que allí se encuentran.

Para entrar, se deben pagar cinco euros que dan derecho a una primera bebida. Hay que prestar atención a la carta porque algunas tienen un suplemento. Toda la comida y bebida que se pida a mayores de la primera se pagará aparte.

Con la entrada ya se puede empezar a interaccionar con los gatos y no hay límite de tiempo. Por supuesto, hay unas normas y recomendaciones básicas. Por ejemplo, los menores de 14 años pueden entrar pero acompañados por una persona adulta.

Además, se debe tener cuidado al abrir y cerrar la puerta no vaya a ser que se escape un felino o que le pillemos una patita. Está prohibido acceder con otros animales y, por supuesto, las personas alérgicas deben tener cuidado.

Zona de juegos en Ailuro Cat Café

Zona de juegos en Ailuro Cat Café / Marta G. Brea

El horario es de lunes a domingo de cuatro de la tarde a nueve de la noche; a los que se añaden la apertura matutina de 10.00 a 13.30 horas sábado y domingo.

Oslo, Paquita, Tigretón, Andamio y Alala

Ailuro Cat Café es la primera gatoteca de Vigo y seguramente del sur gallego. En ella, nos podemos encontrar con Oslo, un gato de 7,4 kilos que es el “anfitrión perfecto; se lleva genial con otros gatos y con los humanos”, defiende Yaiza.

Otra felina es Paquita que ya la denominan como “la reina de las croquetas”. En su caso, apareció con una patita rota y con neumonía pero a día de hoy luce espléndida y recuperada.

Tigretón es otro animal acogido aunque a diferencia de los anteriores es un poco tímido; mientras que Andamio, un gato persa muy mayor, hace muy buenas migas con las personas pero no tanto con otros gatos. La quinta felina en el 'cat café' de Vigo es Alala. Cualquiera de ellos puede ser adoptado.

[object Object]

El primer 'cat café' del mundo abrió en Taipei, Taiwán, en 1998. Desde entonces, diferentes ciudades han copiado la idea.

En el pionero, la entrada cuesta 200 dólares taiwaneses (casi seis euros), en la espuma del café dibujan la figura de un gato, no pueden entrar menores de 12 años y el tiempo es limitado.

Suscríbete para seguir leyendo