Melanoma, la parte más fea del sol

El diagnóstico precoz permite una supervivencia superior al 90 por ciento

Una médica inspecciona el lunar de una paciente.   | // FDV

Una médica inspecciona el lunar de una paciente. | // FDV / ágatha de santos

En España se diagnosticarán este año 8.049 melanomas, un cáncer cuya incidencia está aumentando. En estos momentos es de 17,5 casos por cada 10.000 mujeres al año y 16,2 por cada 100.000 hombres, según la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN) y la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). La prevención sigue siendo la mejor forma de evitar el melanoma, que se debe, en nueve de cada diez casos, a una excesiva exposición al sol.

Para el doctor Hugo A. Vázquez Veiga, este incremento responde al “fracaso de la prevención primaria [dirigida a evitar la adquisición de la enfermedad]”. “Es cierto que la prevención primaria en niños la hacemos muy bien, pero después, cuando tienen 13 o 14 años, ‘se pierde el control’, y los adultos, en general, nunca lo hemos hecho bien, no damos ejemplo: hacemos una fotoprotección parcial, no respetamos los horarios de sol, vamos a máquinas de UVA, aumentando la posibilidad de muchos tipos de cáncer de piel, manchas y envejecimiento de la piel. Tendremos que seguir haciendo campañas de concienciación en todos los medios”, afirma el jefe de servicio de dermatología del Área de Santiago de Compostela y del Barbanza y profesor asociado de Dermatología de la Universidad de Santiago de Compostela (USC).

El melanoma se origina cuando los melanocitos (las células que dan el color oscuro a la piel) comienzan a crecer fuera de control. Es el cáncer de piel más peligroso y agresivo por su gran capacidad de extenderse a otras partes del cuerpo si no se detecta y se trata a tiempo. “Los melanocitos se localizan en la unión dermoepidérmica y a esa altura no hay vasos sanguíneos ni linfáticos. Sin embargo, a pocas décimas de milímetro sí los hay y puede metastatizar invadiendo la vía sanguínea o hematógena y la vía linfática”, explica el especialista con motivo del Día Mundial contra el Melanoma que se conmemora hoy

La causa más importante es la exposición a la luz ultravioleta (LUV), fundamentalmente a la luz ultravioleta A (LUVA). El fototipo de piel del individuo también es determinante: cuanto más bajo sea éste, mayor es el riesgo de desarrollar este cáncer. La manera más efectiva de prevenirlo es aplicar lo que el doctor Vázquez denomina “protección completa o integral”. Esto es, fotoprotección horaria –no ponerse al sol al mediodía, que en Galicia es entre las 12.30 y las 17.30 horas–; fotoprotección oral –consumiendo frutas y hortalizas ricas en betacarotenos (zanahoria, calabaza, melocotón, espinaca, brócoli) y en licopenos (frutos rojos, tomate, pimiento rojo, sandía, naranja, pomelo, guayaba), dos fotoprotectores naturales contra la luz ultravioleta–; geográfica –tomar el sol en zonas arboladas o entre montañas y evitar tomarlo sobre las rocas en el mar y los arenales–; con complementos y ropa –cuanta más superficie cutánea se cubra, mejor–, y empleando productos fotoprotectores –han de ser aplicados al salir de casa y una media hora antes de exponerse al sol, y deben proteger de la luz ultravioleta tanto A como B, ser resistentes al agua, y estar adaptados al tipo (seca, normal o grasa). y fototipo de piel–.

Cualquier lunar, llaga, protuberancia, imperfección, marca o cambio inusual en el aspecto o la sensación de un área de la piel podría ser una señal de melanoma u otro tipo de cáncer de piel o una advertencia de que puede producirse. “Si uno de los lunares crece, cambia de forma o de color, sangra, pica o no cicatriza tras un traumatismo, o si un lunar es negro o marrón oscuro, lo que llamamos ‘el patito feo’ debe llamarnos la atención y obligarnos a consultar, con un dermatólogo o con el médico de primaria para que éste a su vez consulte por la ‘Vía rápida del melanoma’, que en Galicia funciona con celeridad y bastante bien”, sostiene.

Asimismo, se ha de consultar si el lunar o mancha cumple los criterios del A,B,C,D,E del melanoma: ‘asimétrica’ (no se puede dividir en dos o cuatro partes iguales); ‘bordes’ irregulares; ‘color’ no homogéneo o presenta dos o más colores: su ‘diámetro’ es mayor a 6 milímetros, y su ‘evolución’: está creciendo, ulcerándose o adquiriendo más colores. Según este especialista, la autoexploración y la exploración entre miembros de la familia, antes y después del verano es un buen sistema para prevenir la aparición del melanoma.

La tasa de supervivencia en los melanomas precoces es superior al 90%, pero cuando se diagnostica en estadios avanzados la situación se complica. Por ello, el diagnóstico precoz resulta fundamental.

Según el doctor Vázquez, la disminución de la mortalidad responde a un diagnóstico y tratamiento “precoz y efectivo”. En este sentido, destaca los avances que han experimentado en los últimos años el diagnóstico clínico, con la incorporación de la dermatoscopia óptica y la dermatoscopia digital, y del tratamiento, con técnicas como la biopsia selectiva de ganglios centinelas y la inmunoterapia.

“Durante las últimas décadas, se han detectado vías alteradas de señalización intracelular en la patogénesis del melanoma, con mutaciones que afectan principalmente a los genes KIT, NRAS y BRAF, todos implicados en la activación de la vía de señalización MAPK. Gracias a estos descubrimientos se han desarrollado medicamentos que inhiben selectivamente la transcripción de estos genes mutantes y que han demostrado disminución del tamaño tumoral y aumento de la supervivencia de los pacientes con melanoma metastásico”, explica.

La inmensa mayoría de los melanomas se deben a la exposición al sol. El congénito o hereditario, también llamado melanoma familiar, no representa ni el 10% de los casos. Este tipo de melanoma hace referencia a familias con dos o más miembros consanguíneos en primer grado (padres, hermanos o hijos) que tienen o han tenido un melanoma. Sólo el doctor Vázquez, un 8% de los pacientes diagnosticados de melanoma tienen otro miembro de primer grado con melanoma y sólo entre el 1 y el 2% tienen dos o más miembros diagnosticados de este cáncer de melanocitos, según el especialista.

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