Marisco en el embarazo: ¿realmente se puede comer y cuáles son sus riesgos?

El embarazo es un momento clave en la vida de la mujer ya que supone muchos cambios tanto físicos como de hábitos, entre los que destaca la alimentación. Hay mujeres que durante la gestación tienen que restringir el consumo de algunos alimentos por el riesgo que supone la toxoplasmosis durante esta etapa. 

Pero hay otros productos sobre los que pueden surgir muchas dudas durante esta etapa y que, durante los meses de verano, es habitual consumir: los mariscos. ¿Es seguro tomar estos frutos del mar durante el embarazo? Pues la respuesta es sí, aunque con matices, ya que para hacerlo con total seguridad se deben tener en cuenta una serie de pautas. 

Los beneficios de consumir marisco y pescado durante el embarazo

Una alimentación saludable y variada siempre es necesaria, y más durante la gestación. Y dentro de una buena dieta siempre es bueno introducir algo de mariscos ya que “es una fuente valiosa de energía, proteínas y nutrientes esenciales como el yodo, selenio, calcio y vitaminas A y D, además de ácidos grasos Omega 3, por lo que tiene que estar presente en una dieta saludable”, señala la doctora Ana María Román Guindo, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja. 

Eso sí, “durante el embarazo es remendable evitar el consumo de forma cruda debido al riesgo de contaminación que implica, el cual es superior a los posibles beneficios nutricionales”, advierte la doctora.  

Algo parecido ocurre con el pescado tanto azul como blanco, su consumo durante la gestación es muy recomendable siempre y cuando esté bien cocinado y previamente congelado durante al menos tres días. “A pesar de que es seguro comer pescado cocido en el transcurso de la gestación, cocinarlo adecuadamente para eliminar cualquier bacteria o parásito potencialmente dañino es clave para prevenir riesgos como la salmonelosis, el anisakis y la toxoplasmosis”, explica Cristina Morillo, nutricionista de Blua de Sanitas.

Consejos para consumir marisco de forma segura durante el embarazo

Pues teniendo claro que el consumo de marisco durante el embarazo es hasta beneficioso, los expertos de Sanitas facilitan un listado de recomendaciones para hacerlo, además, de forma segura. 

• Comprar en lugares de confianza. Aunque durante el verano en muchos puntos de la costa podemos encontrar pequeños vendedores de marisco, los especialistas recomiendan que, si queremos comer este tipo de alimentos, lo mejor es adquirirlos en tiendas y mercados locales de confianza y calidad. Además, hay que asegurarse de que sea producto fresco y que esté correctamente tratado. 
• Cuidado con el mercurio. “Este contaminante medioambiental, que se encuentra fácilmente en mejillones o berberechos, puede atravesar la placenta, perjudicar gravemente el cerebro y el sistema nervioso y crear dificultades posteriores en el aprendizaje del bebé”, señalan los expertos.
• Mantener una correcta higiene alimentaria. Este consejo es válido a la hora de manipular cualquier alimento. Simplemente consiste en lavarse bien las manos y limpiar los utensilios de cocina después de manipular mariscos crudos con el fin de evitar lo que se conoce como contaminación cruzada.

• Almacenar los productos de manera segura. El marisco es un producto muy delicado en cuanto a su conservación se refiere, por eso es importante conservar los crustáceos a la temperatura adecuada para prevenir la proliferación de bacterias.
• Conocer la información nutricional. “Comprender el valor nutricional del molusco e incluirlo en su cantidad justa es primordial para mantener una dieta equilibrada”.
• Moderar su consumo. Como ocurre con cualquier comida, abusar del marisco no es bueno. No debemos olvidar que si se tomar en grandes cantidades el ácido úrico se puede disparar.