El gesto que hacemos a diario y que es clave para fortalecer la memoria si lo mejoras: así podrás hacerlo

Con el paso del tiempo, nuestra memoria y nuestra agilidad mental se van debilitando. Por ese motivo es importante que, sobre todo al cumplir ciertas edades, vayamos ejercitándola y poniendo en práctica diferentes mecanismos.

Existen un montón de trucos para ejercitar la memoria, y de todos ellos hay uno que incluso tenemos interiorizado en nuestra rutina diaria. Estamos hablando de beber agua. Hacerlo de forma continuada y mantener el cerebro hidratado es el mejor truco para cuidar la memoria.

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Nuestro cerebro es 75% agua y si no contribuimos a su hidratación las consecuencias en nuestro sistema cognitivo pueden ser nefastas. De hecho, un estudio de 2018 analizó el impacto de la deshidratación en el rendimiento cognitivo concluyendo que no beber lo suficiente puede afectar a la atención, la memoria y la velocidad de reacción.

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La falta de agua tiene efectos a corto y a largo plazo en nuestras capacidades mentales. Desde cambios de humor y cansancio hasta un descenso de toda la actividad cognitiva.

Lo recomendable es beber entre 8 y 10 vasos o lo que es lo mismo, entre 2 y 3 litros de agua al día. Incluso si no tenemos sed. Además, hay que aumentar la ingesta de agua cuando hacemos deporte y consumir alimentos ricos en agua, como sandía, pepino o apio.