Es un proyecto a tres bandas, una cadena de favores. Los protagonistas de cada eslabón dan, pero a la vez también reciben un beneficio. Las familias que ya no emplean los enseres infantiles de sus hijos -carritos, tronas, sillas de retención para el coche, cambiadores o bañeras- se conciencian de que el objeto que acumula polvo y telarañas en la buhardilla sería muy útil para otra persona con pocos recursos. Los niños aprenden con el ejemplo. Las beneficiarias son madres en riesgo social o con una situación de vulnerabilidad, que agradecen la ayuda. Y en el medio de la cadena juegan un rol clave personas que cumplen una condena y participan voluntariamente, sin ningún beneficio penitenciario, solo por el fin social. Re-chupete es un proyecto que se implantó en Ourense, y fue pionero en toda España, en el que colaboran las asociaciones Redmadre y Apes, con financiación de la Diputación. Reclusos del centro penitenciario de Pereiro de Aguiar revisan, reparan o remozan los enseres donados en los colegios para progenitoras sin posibles que los necesitan.

"Es un proyecto que consigue mucho. En los colegios ayuda a concienciar sobre las necesidades de otras personas, sobre el reciclaje y la solidaridad frente a nuestra cultura de la acumulación superflua y del usar y tirar. Para los internos en Pereiro es un trabajo voluntario en el que pueden ayudar a los demás. Ven que no son apartados y se sienten dignificados. Las madres que lo necesitan reciben enseres en un buen estado, porque a muchos solo les faltaba una limpieza", subraya Coloma Viúdez, presidenta de Redmadre en Ourense.

El proyecto Re-chupete, en el que la diseñadora gráfica Lía González colaboró confeccionando el cartel descriptivo, despierta "ilusión" y una gran receptividad en los colegios que lo piden, según la responsable de la iniciativa, Manoli Vázquez. En la experiencia piloto del curso 2015-16, participaron Colegio Carmelitas Vedruna, Salesianos María Auxiliadora y Maristas Santa María. Este año se ha extendido a todos los interesados.

"Ven que las cosas que ya no usan pueden ser aprovechadas por otras personas. Ningún colegio de los que participan ponen reparos, pese a que algunos tengan limitaciones de espacio". La iniciativa arrancó en el curso 2015-16 y, en estas tres ediciones, a falta de cerrar los datos de 2018, se han beneficiado 78 madres y sus respectivos hijos. El círculo que se forma gracias a la solidaridad conlleva que, en algunos casos, se forman lazos y las progenitoras expresan su gratitud a los internos por carta, cuenta Susana Pérez, de Apes, una entidad sin ánimo de lucro que trabaja para la prevención de la exclusión social y de conductas de riesgo, desarrollando su intervención en prisión.

Los reclusos hacen en sus talleres tareas de limpieza y de reparación con los enseres que los voluntarios llevan al penal. Redmadre conoce a las progenitoras que pueden necesitar la donación a través de los programas de atención "Nai" y "Anxela". La entidad facilita la maternidad de mujeres en riesgo social, por razón de su embarazo -pérdida de su trabajo o estudios, abandono de la pareja o de la familia-, o están en situación de vulnerabilidad, por inmigración, emancipación precoz, falta de recursos o una discapacidad. La oenegé interviene en la ciudad desde 2009. Prestan su labor, además de la directiva, una educadora social, una psicóloga y varios voluntarios. Su sede se ubica en Barrios Sibelo, 1.