El concejal del Partido Popular de Lalín Manuel Fernández se mostraba ayer harto de que la Xunta siga sin tomar en serio el problema que suponen los daños del jabalí en las plantaciones de forraje en la comarca. El político de Castro, con responsabilidades de gobierno en este área en el anterior mandato municipal, decía sentirse frustrado cuando comprobó ayer como dos fincas de maíz situadas en el lugar de A Lagoa, en el término municipal de Dozón, habían sido destrozadas parcialmente por el jabalí. Acto seguido, dice, contactó con el presidente de los cazadores de Dozón -también habló con otros dirigentes de la zona- para comentar por qué no se organizaban batidas, obteniendo como respuesta que estas cacerías no están siendo autorizadas por la Xunta. "Es una vergüenza", dice, y asegura que en su caso no se mueve por interés económico, sino por que se busque una solución a la "plaga" de este animal. El lunes llevará a un notario para que levante acta de los daños en sus fincas. "A ver luego quién paga", concluye.