El jurado declara culpable de asesinato con alevosía al acusado del crimen de Tirán

También fue declarado autor de tentativa de robo

Los jurados no consideran probada la vulnerabilidad de la víctima ni la atenuante de drogadicción que solicitaba la defensa

El acusado, en la lectura del veredicto

El acusado, en la lectura del veredicto / Rafa Vázquez

Culpable por mayoría de los jurados de un delito de asesinato con alevosía y por unanimidad de tentativa de robo en casa habitada. Balbino S. E. fue declarado autor del crimen que el 3 de julio de 2021 acabó con la vida de su vecina Cándida Soaje en Tirán, Moaña. El fiscal pide para él una pena de 25 años de prisión, si bien esquivará la permanente revisable que solicitaba la acusación particular al no considerar acreditado los jurados que la víctima fuese vulnerable.

Por 8 votos a favor, el jurado consideró probado que con la intención de apoderarse de objetos de valor de la víctima, entre las 11 y las 8 horas de ese sábado Balbino entró en el domicilio de Cándida Soaje y “de manera sorpresiva y sin que pudiese defenderse, la golpeó en distintas partes del cuerpo, le puso una cuerda al cuello, la inmovilizó atándole las manos a la espalda” y le provocó la muerte por asfixia.

El jurado fundamentó su decisión en las lesiones que presentaba la víctima y que acreditaron las forenses, el ADN de Balbino encontrado en las uñas de Cándida y la huella en la puerta del baño de la víctima que coincide con las zapatillas encontradas en el registro de la casa de Balbino.

En ese mismo registro también se encontraron en la casa del ahora condenado las llaves de la casa de la víctima, otra de las pruebas a las que apuntó el jurado para argumentar su decisión. También se refirió a la lesión que presentaba Balbino en su rodilla derecha, que según el informe forense podría deberse al forcejeo con Cándida, que intentó refugiarse de la agresión entrando en el baño, “razón por la que Balbino rompió la puerta de una patada y le puso una cuerda en el cuello y la inmovilizó, hasta causarle la muerte”.

Ataque "sorpresivo"

Cándida “no tuvo posibilidad de defenderse de la muerte, porque a pesar de ser una persona que se valía por sí misma, según los informes forenses, era una mujer y tenía más edad que Balbino”, leyó la portavoz del jurado. Tenía poca estatura, recordó, poco peso, “y el ataque fue sorpresivo”, con ataduras que impidieron “que reaccionara de una muerte segura”. La provocó “un hombre más joven que ella y que llevaba guantes” para evitar dejar huellas.

Aunque no conste que se llevase nada, los testigos que vieron la casa tras el crimen y el hijo de la víctima, que encontró el cadáver, constataron que la vivienda estaba ordenada salvo que en el salón aparecieron revueltos objetos como el bolso una cartera y cartillas del banco, declaraciones a las que aludió el jurado para considerar probada por unanimidad la tentativa de robo.

Tras unas diez horas de deliberación, los jurados consideraron por unanimidad no probado que la víctima era especialmente vulnerable (un aspecto que defendía la acusación particular para solicitar la prisión permanente revisable), dado que “cuidaba su casa, el jardín, en ocasiones a su nieto” y no presentaba una discapacidad.

Los jurados tampoco consideran probado que Balbino S. E., que era consumidor crónico de drogas, tuviese afectada sus capacidades, de modo que no se le podrá aplicar esa atenuante, como solicitaba su defensa.

El jurado se ha manifestado contrario a la suspensión de la pena o a la aplicación del indulto total o parcial.

La fiscalía ratificó la petición de pena, la acusación particular continuó elevando la petición de indemnización a 100.000 euros y la defensa se opuso a la prisión provisional si la sentencia es recurrida.