Muere Álvaro Martínez Riva, presidente de Pesquerías Marinenses

El mundo de la pesca está de luto en Marín por la muerte de Álvaro Martínez Riva, presidente de Pesquerías Marinenses (Pesmar), quien ha fallecido en la mañana de este miércoles. Estaba al frente de uno de los grupos más potentes del sector en la ría, fundado en 1964, el Grupo Pesmar está compuesto por una armadora de buques -Pesquerias Marinenses- dos frigoríficos —Pesmar y Safricope—, y dos comercializadoras de pescado congelado -Pesmarín y Safricope-

Álvaro Martínez tenía 66 años, estaba casado y tenía tres hijos y dos nietos.

Sus restos mortales son velados desde las 18.00 horas de este miércoles en el tanatorio San Marcos de Marín y el funeral se celebra el jueves a las 19.00 horas en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Seixo, para su posterior incineración en la intimidad familiar.

La empresa que presidía mueve, en el apartado de frigoríficos, más de 50.000 toneladas de capacidad anualmente, garantizando un control absoluto, la trazabilidad y la ausencia de incidencias gracias a sistemas informáticos ERP´s a medida. Además, dispone de una amplia red de distribución de producto que le garantizarán siempre al profesional y al consumidor final la máxima calidad.

Pesmarín, S.A. comercializa una gran variedad de especies extraídas y congeladas a bordo de sus propios buques, tales como la nototenia (marujito), merluza, rosada, brótola, raya, pota, calamar, fletán, gallineta (cabra) entre otros. También se dedican a la importación de otros productos de diferentes orígenes como la almeja, la merluza austral, el langostino, camarón, salmón, todos ellos con una extraordinaria calidad.

Así, logran cerrar el circuito desde la extracción hasta el consumidor final, aprovechando como Grupo todas las sinergias del ciclo pesquero. Safricope, S.A. además de a la actividad frigorífica, también se dedica a la comercialización del tramo mayorista, de pescados y mariscos congelados. Safricope fue fundada en 1969, y cuenta con el honor de ser el primer frigorífico que se instala en el puerto pesquero de Marín.

Una exquisita selección de los productos y de las materias primas procedentes de los distintos caladeros, así como la constante innovación tecnológica junto con rigurosos controles de calidad garantizan el éxito del producto, y por consiguiente la satisfacción del cliente final.