Los fuegos forestales se redujeron un 25% en un año en la comarca de Pontevedra, con 84 hectáreas calcinadas

En el distrito XIX se registraron menos de un centenar de incendios en 2023, frente a los 131 del año anterior

La mayoría del terreno afectado fue superficie arbolada | El riesgo ayer era alto o muy alto, según Medio Rural

Efectivos se preparan para la extinción de un incendio en la comarca.

Efectivos se preparan para la extinción de un incendio en la comarca. / GUSTAVO SANTOS

Con temperaturas que ayer rozaron los 30 grados en buena parte de la comarca de Pontevedra, y que se espera que se superen durante los próximos días, el índice de riesgo por incendios es alto o muy alto en los municipios de esta área, superando el 57% y llegando hasta el 80%, según el mapa actualizado de la Consellería do Medio Rural, que establece, además, la probabilidad de propagación y el comportamiento de un incendio forestal en una zona concreta.

El plan Pladiga de la Xunta para la prevención de fuegos está en marcha y el objetivo es, si bien es imposible evitarlos todos, reducir su número lo máximo posible. De este modo, se seguiría la tendencia de los últimos años, según la cual en el distrito XIX, en el que se enmarca la comarca de Pontevedra, se redujeron los incendios un 25% entre 2023 y 2022.

Según los últimos datos facilitados por la Consellería do Medio Rural, el distrito XIX Caldas-O Salnés registró el año pasado un total de 98 fuegos forestales, frente a los 131 del anterior 2022. Aunque en estas cifras la diferencia no parezca elevada, sí lo fue en lo que se refiere a la superficie quemada, que en 2022 fue de 1.057 hectáreas (917,75 de superficie arbolada y 139,83 de rasa), mientras que en 2023 fue de 84 hectáreas (58 de superficie arbolada y 26 de rasa). En este sentido la diferencia fue muchísimo mayor, de un -92%.

Según el histórico hecho público por Medio Rural, el mejor año en este sentido desde 2016 fue el 2021, cuando se registraron solamente 62 fuegos. Curiosamente, en el año de la pandemia, el 2020, fueron más del doble, 132. En 2019 hubo 112; en 2018 fueron 115; en 2017 se detectaron 148, y el peor de todos fue, sin duda, el propio 2016, con 232, uno de los años más negros en la comarca.

No hay que olvidar, asimismo, el fatífico 2006, en el que dos mujeres fallecieron cuando intentaban escapar por carretera de un incendio en Cerdedo-Cotobade.

Los casos de Poio y Caldas

Galicia cuenta con un total de 40 parroquias de alto riesgo de incendio en 2024, aquellas que acumulan una media anual de siete fuegos o más en el último lustro, al igual que las que hayan sufrido dos incendios o más superiores a las 200 hectáreas en los últimos 10 años. Están en esta situación los municipios de Poio y Caldas de Reis, con las parroquias de San Xoán y Saiar, que ayer, precisamente, registraban ese índice alto en el mapa diario de la Xunta.

El plan de lucha contra el fuego (Pladiga) establece como periodo fijo de alto riesgo los meses de julio, agosto y septiembre, si bien se puede prolongar hasta octubre como época variable en función de la necesidad.

Después de un año 2023 sin fuegos de especial incidencia en buena parte de la comarca, se opta por repetir los once municipios que forman parte del mapa de “zonas de alto riesgo”. Son Pontevedra, Cerdedo-Cotobade, Caldas, Ponte Caldelas, Barro, A Lama, Marín, Poio, Portas, Sanxenxo y Vilaboa. Tan solo Cuntis, Moraña y Campo Lameiro quedan al margen de este nivel máximo de protección.

Tres demarcaciones

Hay que recordar que el distrito forestal Caldas-O Salnés, el XIX, abarca tres demarcaciones.

En la de Pontevedra están includios los municipios de Campo Lameiro, Cerdedo-Cotobade (solo parcialmente), A Lama, Ponte Caldelas y A Lama.

El concello capitalino está incluido en la demarcación de O Morrazo, en la cual se cuenta también a los de Marín, Vilaboa, Bueu, Cangas y Moaña.

Por último, la demarcación de Caldas-O Salnés, que da nombre al distrito, es la más amplia y está compuesta por Barro, Caldas de Reis, Cuntis, Catoira, Pontecesures, Portas, Valga, A Illa de Arousa, Cambados, O Grove, Meaño, Meis, Poio, Ribadumia, Sanxenxo, Vilagarcía y Vilanova de Arousa.

Restricción en las quemas

El Pladiga define con carácter general como época de peligro alto para las quemas los meses de verano, de modo que para realizar trabajos en terrenos agrícolas y forestales en los que sea imprescindible hacer uso del fuego, será obligatorio disponer del correspondiente permiso y la comunicación debe presentarse con una antelación mínima de dos días.

En todo caso, queda automáticamente prohibida la comunicación de quema con Índice de Riesgo Diario de Incendios (IRDI) muy alto o extremo.

Los permisos pueden solicitarse en las oficinas de los servicios provinciales de prevención de incendios forestales, en las oficinas de los distritos forestales y en el teléfono 012 de atención e información a la ciudadanía.

Suscríbete para seguir leyendo