Entrevista | Enrique López Veiga Biólogo y exconselleiro de Pesca

“No descarto que Colón fuese gallego, hay cosas extrañas: en Jamaica hay un río Miño”

El ex conselleiro de Pesca presenta el libro “Historia marítima de Galicia”, un extenso repaso a la actividad comercial y pesquera del país desde la prehistoria

Enrique López Veiga.

Enrique López Veiga. / FdV

El Liceo Casino acogerá el próximo mes de septiembre la presentación de “Historia marítima de Galicia”, una obra en la que Enrique López Veiga hace un extenso repaso a la actividad comercial y pesquera del país desde la prehistoria.

–Pontevedra tiene un protagonismo especial en la obra, ya desde la portada del primer tomo, protagonizada por una maqueta vinculada a la nao La Gallega

–Es que la realidad está ahí: Pontevedra fue en su día un centro económico y pesquero importantísimo en la historia de Galicia. Hoy es Vigo, pero en su momento fue Pontevedra, que dio muchísimos navegantes y navegantas, porque la primera almiranta en la historia del mundo fue una gallega de Pontevedra, Isabel Barreto.

–¿Quién fue Isabel Barreto?

–Era mujer de Álvaro de Mendaña y participó en una expedición, además llena de gallegos, que descubrió las Islas Salomón. El marido falleció y ella se hizo cargo de la flota. Era una mujer dura y llevó la flota de regreso hasta Filipinas, de modo que tenía mando la señora.

–En la historia marítima de Pontevedra son clave los mareantes ¿qué papel desempeñaron?

–Fue una organización gremial en un momento en el que se faenaba con ciertas artes, el cerco real, que era un sistema muy cooperativo y esto se hacía desde Pontevedra. Era Pontevedra la zona de donde salían todos los mareantes, desde donde se controlaba la pesca en esta ría y en las adyacentes y claro que los mareantes tuvieron importancia, la basílica fue hecha con dinero de ellos. Realmente siempre que ha habido un esplendor de la pesca gallega o de su economía marítima se ha notado muchísimo. Luego como todo esto dependía de los señoríos eclesiásticos, que eran poco proclives a las maneras mercantiles y capitalistas fue entrando en declive y otros tomaron su lugar, concretamente en Galicia sur fue Vigo.

–La historia marítima de Galicia arranca en la antigüedad

–Sí, claro, lo que incluyo en la obra es lo que pudo pasar o que pasó en todos los tiempos, y también es un poco una reflexión sobre cómo se desarrolla una actividad económica como la pesca. Primero empieza como algo de subsistencia, luego se generan excedentes, se venden, se genera comercio. Éste cada vez se aleja más, los barcos cada vez son mayores y así vamos entrando en un mundo del comercio internacional. En realidad es una historia que conecta muchísimo a Galicia con el resto del mundo, porque no hay una historia naval independiente en ningún país, las historias navales arrancan todo el mundo.

Pontevedra fue en su día un centro económico y pesquero importantísimo en la historia de Galicia. Hoy es Vigo, pero en su momento fue Pontevedra, que dio muchísimos navegantes y navegantas, porque la primera almiranta en la historia del mundo fue una gallega de Pontevedra, Isabel Barreto

–¿Cómo evolucionó la pesca desde esas primeras capturas de subsistencia?

–Tiene momentos de esplendor, hay épocas en las que se entra en la pesca de la ballena, que la hacían los vascos. Vinieron los vascos aquí pero después los gallegos ya se dedicaron a ella. Por su parte la pesca de la sardina siempre fue muy importante, porque como la sardina se salaba era motivo de un comercio incluso internacional. Eso implica que, claro, para llevar un producto lejos tienes que tener una flotilla mercante. Y luego tuvo mucha importancia, impositiva además, cuando los Borbones vinieron el Decreto de Nueva Planta unificó toda la economía del país y gracias a eso los fomentadores catalanes vinieron a Galicia. Es un poco lo que estamos haciendo ahora nosotros en Namibia y en Argentina: vinieron aquí, se instalaron aquí y, claro, la primera generación eran catalanes, pero la segunda ya eran gallegos como cualquier de nosotros, y realmente eso propició el paso a la salazón, se impulsó muchísimo la salazón basada en la sardina, pero luego inmediatamente todos los fomentadores en estos grupos familiares acabaron en la conserva.

Hay navegantes que se fueron a servir al rey de Portugal, como Xoán da Nova, que fue el que descubrió las islas Ascensión y hay una isla que pertenece a Mauricio que se llama A Galega. Estas cosas no suceden por casualidad, hemos tenido gente muy relevante

–¿Qué significó ese paso a la conserva?

La conserva ya es una industria con todas las de la ley, hay que importar hojalata, manejar máquinas, y también buscar un comercio exterior. Eso propició, por ejemplo en Vigo, una revolución industrial, cosa que no sucedió en otros sitios, y la aparición del trabajo asalariado en la pesca. Y luego los astilleros, claro, eso tuvo muchísima importancia.

–Usted también destaca el decisivo papel de la Armada

–Tuvo mucha, mucha importancia económica y cultural. Toda la construcción naval de Ferrol, todas las enseñanzas que eran necesarias para manejar todo eso están ligadas a la Armada. Los marinos eran gente ilustrada, necesitaba saber astronomía, física, de esas cosas que siempre faltaron en España, y de eso se han aprovechado muchos gallegos. En cuanto se abrieron los mandos de la Armada, se eliminó la necesidad de ser noble y pudo sumarse la gente por sus propios medios la Armada se llenó de gallegos, algunos muy ilustres y que impresionan. Cuando se lee lo que escribió Méndez Núñez se ve que era un señor que tenía una claridad de ideas fantástica. Y es que además las frases más icónicas de la Armada, que son “Más vale honra sin barcos que barcos sin honra” y “La marina no se retira”, las dijo Méndez Núñez, un pontevedrés.

– ¿Qué opina de la teoría del Colón gallego?

–No descarto que Colón fuese gallego, hay cosas desde luego extrañas: en Jamaica hay un río Miño, hay cosas que llaman muchísimo la atención. No he querido decantarme por ninguna opción pero tampoco quiero descartarla, creo que hay que seguir investigándolo. Realmente la carabela Santa María, que era La Gallega, se fabricó aquí y la Pinta, que también está en la contraportada, vino a Baiona. Los gallegos, quizás por aquello de que la nobleza se retiró de Galicia con los Reyes Católicos, no hemos tenido nobles navegantes, que realmente no quiere decir que fuesen buenos marinos, pero marineros gallegos siempre ha habido. Realmente hubo bastantes gallegos que dieron la vuelta al mundo, creo que fueron como 14, y que además Magallanes los tenía en muy alta estima porque eran gente leal, realmente no se puede decir lo mismo de Sebastián Elcano, que con Magallanes no se portó nada bien, incluso se rebeló y hubo un motín que causó muertos, eso los gallegos no lo hicieron nunca, incluso alguno murió combatiendo al lado de Magallanes. Y luego hay navegantes que se fueron a servir al rey de Portugal, como Xoán da Nova, que fue el que descubrió las islas Ascensión y hay una isla que pertenece a Mauricio que se llama A Galega. Estas cosas no suceden por casualidad, hemos tenido gente muy relevante. Y cuando se habla de la defensa de Blas de Lezo en Cartagena de Indias era Blas de Lezo pero con unos refuerzos que llegaron de Ferrol. Es decir, que ahí estuvimos siempre, los gallegos siempre hemos sido carne de cañón.

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