El forense no certifica que la muerte de una octogenaria en su casa de Vilaboa fuese natural

La víctima, de 83 años, presentaba un golpe en la cabeza pero ayer no se había producido ninguna detención

La Guardia Civil interroga al círculo familiar más cercano de la mujer

Agentes de la Guardia Civil, ante el domicilio de Acuña.

Agentes de la Guardia Civil, ante el domicilio de Acuña. / Gustavo Santos

La Guardia Civil abrió ayer una investigación para esclarecer las causas de la muerte de una mujer de 83 años en Vilaboa, que fue hallada en su casa con un golpe en la cabeza. Ocurrió en el lugar de Acuña y la víctima ha sido identificada como María Julia Rosendo Lois, conocida en la zona como Julia A de Orlindo, en referencia a su marido, ya fallecido. Además de agentes del instituto armado, acudieron al lugar representantes del juzgado de Cangas para proceder al levantamiento del cadáver. La casa en la que ocurrieron los hechos ha quedado precintada.

Algunas fuentes señalaron ayer que la mujer presenta un golpe en la cabeza, mientras que otras apuntan a que también presenta moratones, pero todavía no se ha practicado ninguna detención. De hecho, aún se trataba determinar si se trata de una muerte violenta o de un accidente mortal. Al respecto, el médico forense no ha certificado que sea “muerte natural”, si bien será la autopsia en el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) la que determinará la causa del fallecimiento.

Hasta el lugar de los hechos acudieron diversos vecinos ante el despliegue de agentes y agentes judiciales ante la casa de Acuña . Algunos de ellos apuntaron que la fallecida vivía con su hijo pero la Guardia Civil ha evitado confirmar si esta persona es objeto de búsqueda. En todo caso, los agentes interrogan al círculo familiar más cercano de la víctima.

Los vecinos consultados apuntaron que la fallecida tenía problemas de salud pero se oponía a ser operada y dijeron que no tenían constancia de ningún problema en el pasado en el seno familiar, por lo que apuntaban a que la octogenaria pudiera haber sufrido una caída en la que se golpeó la cabeza. Sin embargo, la Guardia Civil mantiene abiertas todas las hipótesis para determinar si los golpes que presenta el cadáver se produjeron antes o después de su muerte.