Entrevista | David Larrinaga Musicoterapeuta

“La voz es una herramienta preciosa, es muy saludable resonar en nuestro cuerpo”

“Desde la antigua Grecia y Egipto se usa la música para acceder a estados emocionales”

El musicoterapeuta David Larrinaga.

El musicoterapeuta David Larrinaga. / FdV

Ponte Caldelas será escenario el próximo viernes del taller “Ser en la Voz”, que impartirá David Larrinaga, una jornada dirigida a personas con o sin experiencia en el trabajo vocal que deseen mejorar su relación con la voz.

–¿Qué propone a los participantes el taller “Ser en la Voz”?

–Propone una experiencia que sea agradable, que no sea traumática, y en la cual podamos reconciliarnos con nuestras voces. La voz es una herramienta que tenemos preciosa, es muy saludable poder resonar en nuestro cuerpo. El taller se enmarca dentro de la musicoterapia, de modo que el objetivo no es tanto afinar o cantar sino, en primer lugar, poder explorar y poder disfrutar haciendo sonido, cantando.

–¿Podemos indagar a partir de la voz en las vibraciones que tenemos en nuestro cuerpo?

–Claro, por supuesto, a lo largo de la historia se ha utilizado la voz como herramienta terapéutica, primero con uno mismo y también con los demás. Si nosotros hacemos una eme, simplemente haciendo así: Mmmm… Pues ya sentimos como una vibración, y suelo decir que es una eme de masaje, porque está vibrando nuestro cuerpo, y nos vamos como regulando, vamos respirando más tranquilos. Es importante poderlo disfrutar, aunque sea una cosa muy sencilla, aunque sea solo una nota.

–¿La música puede ayudar a curar?

–Curar, sanar, son palabras grandes, que sí que puede, pero yo prefiero decir que la música es algo terapéutico, es algo complementario. Sin duda nosotros escuchamos música y nos cambia el estado de ánimo, esto ya desde la antigua Grecia, Egipto o en la India se usa la música para acceder a estados emocionales que deseamos. Muchas veces es la paz, pero podemos utilizarla de muchas maneras, a veces para activarnos, para alegrarnos, para regularnos. Y, sobre todo, algo muy bonito que sucede en los talleres es la posibilidad de cantar en grupo, poder hacer un ritmo juntos, o una canción juntos, solo esa cosa tan sencilla y tan antigua ya nos percibimos unos a otros más positivamente: estamos juntos en una cosa. Como puede ser también bailar o hacer ritmos, cantar es algo muy primigenio que es bueno que no perdamos.

–En el taller también se trabaja la relación entre la voz y el movimiento

–Sí, porque, claro, muchas veces los cantantes no bailan o los bailarines no cantan. Y al final es un poco lo mismo, interrogarse sobre cómo puede estar uno en libertad, eso sería un poco el objetivo: ¿cómo puedo moverme libremente? ¿Cómo puedo yo cantar libremente? ¿Y cómo, si me dejo mecer, cómo afecta a la voz? Es incorporar el sonido, sentir que a veces está sonando en la cabeza, otras veces está sonando en el pecho, en el vientre… Y cómo cambia cuando nos movemos.

En los talleres para mayores cantamos canciones de la época de los participantes, por ejemplo Los Panchos o Antonio Machín, eso siempre gusta y de este modo acceden a una memoria que ya no tienen en otros muchos otros aspectos de su vida diaria, pero con la música recuperan esa parcela y de repente sí que se saben las letras

–¿Cómo se inició en la musicoterapia?

Vengo del mundo de la música, llevo 20 años haciendo conciertos, y hace 5 años estudié un máster de musicoterapia, que es lo que hay en España, y a raíz de ello empecé a hacer estos talleres de “Ser en la voz”, que están un poco orientados a la musicoterapia. A mayores trabajo en salud mental y en residencias, también con la musicoterapia.

–¿Cómo ayuda a los mayores la música?

–Es una actividad estupenda para ellos, les suele gustar mucho, siempre son optativas las sesiones de musicoterapia y tienen mucha aceptación. Y ahí cantamos canciones de la época de los participantes, por ejemplo de Los Panchos o Antonio Machín, eso siempre gusta y de este modo acceden a una memoria que ya no tienen en otros muchos otros aspectos de su vida diaria, pero con la música recuperan esa parcela y de repente sí que se saben las letras. Pero también nos movemos, intentamos estimular el cuerpo y en general el movimiento con la música. También que toquen instrumentos, que vayamos llevando un ritmo. Y a mayores está hablar y ver qué es lo que quiere el grupo cada día.

–¿Qué es La Baldosa Flotante?

–La Baldosa Flotante es mi proyecto musical, en el que llevo dos décadas. Muchas veces toco solo, como haré en Ponte Caldelas, otras veces somos más. Y con él he creado seis discos que visitan un poco las músicas del mundo, me gustan mucho las músicas de la India, de Turquía, de los Andes… Que mezclo con mis propias letras y mi propia interpretación de la realidad.

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