El alquiler de autocaravanas, en racha

Las empresas de alquiler de caravanas y autocaravanas están experimentando desde la postpandemia un auge sin precedentes en toda la comarca. Conocedoras de que comprar una es una inversión considerable que puede ascender hasta 50.000 euros, la opción de alquilar para un período corto de vacaciones se ha impuesto entre numerosos viajeros.

Como el bum se ha hecho sentir menos en el negocio de la compraventa, abundan cada vez más las empresas e incluso particulares que ponen sus autocaravanas en alquiler. Éste es el caso de “Boa Vila Caravaning”, de José Manuel Rúa y Eugenia Blanco, empresa que fue pionera en la comarca y aunque ahora funcionan “a medio gas” porque disponen de un solo vehículo, sus clientes repiten.

Estos emprendedores de Pontevedra ofrecen la furgoneta camper (que recuerdan que su disposición es más parecida a una autocaravana grande, con un aseo y una ducha por separado) para cualquier época del año, sin importar la estación, aunque ahora es la época de mayor demanda y no hay hueco prácticamente hasta septiembre. De hecho, cada vez se alarga más la temporada estival y “a partir de septiembre u octubre, más o menos, tenemos muchos clientes de Canarias que prefieren venir en esa época”. Asegura, además, que la mayoría de clientes “lo son porque ya nos alquilaron anteriormente”, apunta José Manuel Rúa.

Pablo Gallego es el responsable de la empresa de alquiler de estos vehículos “Amanece donde quieras”, que cuenta con una nave propia cerca de la ciudad. Lo cierto es que esta clase de vehículo se impuso después de la pandemia, como una medida de aislamiento social que permitía continuar haciendo turismo y desplazándose libremente.

De una u otra forma, a la gente le gustó esa experiencia, y llegó para quedarse, como la empresa de Gallego, que opera con sedes en Pamplona y en Bilbao. Los distintos modelos de los que disponen pasan por distintos precios, entre los 120 y los 150 euros por noche, con 4, 5 y 6 plazas.

El único parking donde guardar estos vehículos

El “Supergarage” de la carretera Ramalleira, en Vilaboa, es único en toda Galicia, una empresa que custodia caravanas y autocaravanas desde hace ya dos años. Surgió de la necesidad de la gente de tener un espacio seguro donde guardar esta clase de vehículos, que no pueden dejarse en cualquier lugar. De hecho, en esta nave de la Ramalleira es donde guardan Eugenia Blanco y José Manuel Rúa su camper, aunque tal y como admiten los responsables de este negocio de alquiler, casi no para por allí al estar a menudo reservada.

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