Una jornada para ponerse en la piel de los invidentes

Hasta 450 alumnos de toda la provincia visitan estos días el Centro de Recursos Educativos (CRE) de la ONCE de Pontevedra. Lo hacen gracias a las jornadas de puertas abiertas que se vienen haciendo desde hace años para que personas sin discapacidades visuales conozcan de primera mano los recursos disponibles y experimenten cómo es ser ciego.

Según explica el director del centro, José Ángel Abraldes, el objetivo es que los visitantes conozcan cómo es la vida con discapacidad visual. El CRE de la ONCE pone a disposición de 470 estudiantes de Galicia y Asturias los recursos necesarios para el alumnado con discapacidad visual: “Nosotros atendemos a los niños en sus centros ordinarios, aquí no hay actividad escolar presencial”, explica Abraldes. “Al final, dependiendo de la profesión a la que te dediques, puedes acabar teniendo una discapacidad visual a la larga”.

Aunque encuentran mucho apoyo en los centros de educación, “nuestras dificultades normalmente son las nuevas tecnologías, que muchas veces son aliadas y otras enemigas. Generalmente no se valora la accesibilidad antes de construirlas. Es como hacer un edificio: no es más caro diseñarlo de forma accesible; lo costoso es hacerlo después por desconocimiento y la falta de previsión”. Esta falta de previsión, incide el director de este centro, acaba generando diferencias, “por lo tanto estamos segregando”.

Así, desde ayer y hasta este viernes inclusive, alumnos de centros como el IES Marco do Camballón de Vila de Cruces que estuvieron ayer, podrán asistir a los cuatro talleres o experiencias que organiza el centro: conocer el material didáctico y electrónico específico, aprender la técnica guía con personas ciegas, conocer el proceso para adaptar un libro de texto a braille y por último un taller de braille. Como los alumnos de ayer, muchos otros de los asistentes están formándose para atender a personas en situación de dependencia o con necesidades especiales.

En uno de los talleres, concretamente en el que dan a conocer el material electrónico para invidentes, uno de los profesores explica que materiales básicos como un adaptador de smartphone para una persona ciega puede rondar los 1.300 euros. Para las personas que los necesiten para trabajar o para estudiar, la ONCE los ofrece de manera gratuita. Lo mismo con otros aparatos como el audiolibro o la impresora adaptada.

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