Tarjeta roja al machismo “en el fútbol, en el deporte y en todos los ámbitos"

“As canchas e os campos tamén son nosos”, “Rubiales vaite xa, dimisión” o “No fútbol non queremos nin Rubiales nin palmeros” son algunos de los cánticos que decenas de personas secundaron en Pontevedra en la concentración en apoyo a la futbolista de la Selección Femenina de Fútbol de España Jennifer Hermoso, por la situación vivida con el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, suspendido temporalmente del cargo por la FIFA por el beso no consentido que dio a la jugadora durante la celebración de la victoria hace una semana.

La protesta fue convocada por el Colectivo Feminista de Pontevedra y Mulleres de Vilaboa y secundada en la Praza da Peregrina por numerosos ciudadanos, entre los que se encontraban también representantes del BNG y el PSdeG.

“Ni somos falsas feministas ni consentimos acusaciones de verdaderos machistas. Basta de tacharnos de resentidas, porque estamos apoyadas por cifras impactantes y datos irrefutables que exigen transformaciones radicales en el mundo del fútbol y en el mundo deportivo”, leyó en el comunicado Jennifer Iglesias, presidenta del Colectivo Feminista de Pontevedra.

“Queda claro que ni Luis Rubiales, ni el presidente de la Federación Galega de Fútbol, Rafael Louzán, quieren afrontar la transformación del deporte que exigimos. Mientras el deporte esté en manos de individuos como ellos, que aplauden, festejan y apoyan públicamente las agresiones que recibimos las mujeres nos van a tener enfrente”, advirtió, para pedir a la Federación Galega de Fútbol que se pronuncie y actúe “de forma inmediata”.

“Lo que sucedió esta semana refleja la violencia patriarcal que también vivimos en las oficinas, en las fábricas o en las propias casas"

En la concentración se exhibieron tarjetas rojas al machismo, al que también se castigó con el sonido de los silbatos.

“Lo que sucedió esta semana refleja la violencia patriarcal que también vivimos en las oficinas, en las fábricas o en las propias casas. Pero asistir a un discurso público donde el agresor se victimiza, niega hechos grabados y ataca a las feministas, a la agredida y, por tanto, a todas las mujeres, fue un escándalo que tenemos que responder con contundencia. Luis Rubiales se creía invencible y con poder absoluto, pero somos las mujeres, las supuestas ‘falsas feministas’ las que ponemos contra las cuerdas a un ‘verdadero machista’, reivindicando por toda Galicia y España un cambio radical. En el fútbol, en el deporte y en todos los ámbitos”, concluyeron.