El deporte llora a un mago con las manos

El máximo exponente gallego de la medicina natural aplicada a la actividad física fallece en Pontevedra a los 88 años | Las muestras de pesar llegan desde todos los ámbitos | Su funeral será mañana en Campolongo

Recibió el reconocimiento del Mercantil en 2022, en una de sus últimas apariciones públicas

Recibió el reconocimiento del Mercantil en 2022, en una de sus últimas apariciones públicas / Gustavo Santos

El mundo del deporte está de luto. José Luis Torrado Casal, O Bruxo,, falleció ayer a los 88 años en Pontevedra. Nacido en Mugardos en 1935, fue atleta y después ejerció como masajista y preparador físico en la ciudad del Lérez, su hogar de adopción, pero también de convicción y a la que llegó con 19 años. Por sus manos han pasado deportistas de alto nivel para recuperarse de sus lesiones, así como personalidades de todo tipo.

Un reconocimiento del Mercantil en 2022, en una de sus últimas apariciones públicas.   | // G. SANTOS

Homenaje recibido por parte del COE en 2019 / Rafa Vázquez

Solo con sus manos y las hierbas y ungüentos que él mismo preparaba lograba “milagros” y se convirtió en el máximo exponente gallego de la medicina natural aplicada al deporte y a la recuperación de la actividad física. Las muestras de pesar se multiplicaron ayer desde todos los ámbitos, no solo los deportivos. El entierro será mañana lunes a las 18.00 horas en la iglesia parroquial de San José en Campolongo. Hasta ese momento, su velatorio se desarrolla en la sala número 1 del Tanatorio Pontevedra, frente al cementerio de San Mauro.

En su etapa de atleta.   | // FDV

En su etapa de atleta. / FdV

Pasó parte de su infancia en Lugo, por el traslado profesional de su padre, que era contable, y luego se fue a Pontevedra porque quería practicar atletismo. Vinculado a este deporte, se proclamó campeón de España de 400 metros en 1957. Además, fue campeón de Galicia en cinco ocasiones, cuatro de ellas en 400 metros (1954, 1957, 1958 y 1960), y una en 200, en 1958.

Con Lete Lasa en 2017.   | // X. Á.

Con Lete Lasa en 2017 / Xoán Álvarez

Empezó a ganar fama como masajista y recuperados deportivo en esta actividad. Actuó como tal para la selección española de atletismo en los Juegos Olímpicos de México 1968, y luego acudió a cuatro citas olímpicas más: Múnich 72, Seúl 88, Barcelona 92 y Atlanta en 1996.

Uno de sus múltiples tratamientos, en 2007.   | // FDV

Uno de sus múltiples tratamientos, en 2007. / FdV

También fue entrenador deportivo de la selección española de baloncesto, donde coincidió con Antonio Díaz-Miguel, y en clubes trabajó como recuperador deportivo en diferentes entidades de baloncesto en los años ochenta y noventa, como OAR de Ferrol, CAI Zaragoza, Clesa de Vilagarcía y el Breogán de Lugo. También fue masajista del triatleta Iván Raña.

Era una leyenda viva del deporte y uno de los personajes más carismáticos de Pontevedra. Es incalculable la cantidad de personas que han pasado por las manos de José Luis Torrado Casal. Deportistas de élite, jugadores de fútbol, de baloncesto, atletas, pero también artistas y políticos, así como personas anónimas.

Ha sido objeto de numerosos premios y condecoraciones, como el homenaje que recibió en 2019 por parte del Comité Olímpico Español por su amplia trayectoria profesional. El entonces máximo dirigente del Comité Olímpico Español Alejandro Blanco entregó, junto al presidente de la Comisión de Deportistas, Ignacio Sola, y el exjugador de baloncesto Juan Antonio Corbalán, la distinción al terapeuta. “Espero que cada vez que tú y tu familia veais esta condecoración sintáis el respeto, el agradecimiento y, sobre todo, el cariño que te tiene el mundo del deporte”, dijo entonces Blanco.

Como él mismo confesaba entonces, después de la primera participación en México 68 “vendrían cuatro Olimpiadas más, y campeonatos del Mundo y de Europa”. Sus instalaciones de Campolongo fueron testigo de esa trayectoria, al albergar los numerosos galardones y reconocimientos. Más tarde fueron sus cuatro hijos los que recogieron su testigo, algo que le llenaba de orgullo, sobre todo cuando le pedían consejo. En 2019 explicaba a FARO que “llevo jubilado más de doce años. Mis hijos estudiaron, porque lo decidieron ellos. Vieron trabajar a su padre y ahora siguen el camino”. Descanse en paz.

“Yo no hago brujería. No he inventado nada, la medicina natural es ancestral”

Sus dotes como terapeuta hicieron posibles recuperaciones casi milagrosas a base de aplicar la medicina natural. Un caso que no olvida es el del jugador de baloncesto Emiliano Rodríguez, al que ayudó para que pudiera volver a jugar tras una lesión y ahí nació el apelativo de O Bruxo, un apodo que rechazaba porque “me ha perjudicado. Yo no hago brujería”. En una entrevista concedida a FARO recalcó en varias ocasiones que “no voy contra la medicina ni nada, yo hago mi trabajo. No he inventado nada, la medicina natural es ancestral”.

“Llegué allí y no me conocía casi nadie y me hinché a recuperar a gente. Los atletas se conocían entre ellos y los españoles me traían a compañeros suyos para que los ayudara”, recordaba Torrado, que no se esperaba el homenaje del COE ni tampoco el que le hizo unos meses antes el Comité Olímpico de México por el 50 aniversario de la cita olímpica. “Ni me acordaba, han pasado muchos años ya”, comenta con humildad un hombre que trató a algunos de los deportistas más emblemáticos y que, a base de trabajo, se hizo su propio hueco en la historia y, lo más importante, en el corazón de todas las personas a las que ayudó durante su larga trayectoria profesional.

Múltiples muestras de pésame: Rueda recuerda sus “milagros”

La noticia del fallecimiento de José Luis Torrado, adelantada por FARO en su edición digital, generó un torrente de muestras de pesar y condolencias en las redes sociales, entre muchas personas vinculadas al deporte, pero también de personas anónimas que en algún momento pasaron por sus manos. La Federación Gallega de Fútbol, el Teucro, mensajes de atletas desde la federación de esta disciplina, el exbaloncestista Fernando Romay, el Cisne... la lista es interminable. El presidente de la Xunta, el pontevedrés Alfonso Rueda también mostró su pésame en Twitter con el siguiente mensaje: “El deporte está roto. Las manos de José Luis Torrado O Bruxo trataron deportistas de todos los niveles: grandes y pequeños. Acudían a él para que obrase recuperaciones a veces casi milagrosas. Un abrazo a su familia y allegados”. También el vicepresidente primero, Diego Calvo, se unió a las condolencias.

Sus dotes como terapeuta hicieron posibles recuperaciones casi milagrosas a base de aplicar la medicina natural. Un caso que no olvida es el del jugador de baloncesto Emiliano Rodríguez, al que ayudó para que pudiera volver a jugar tras una lesión y ahí nació el apelativo de O Bruxo, un apodo que rechazaba porque “me ha perjudicado. Yo no hago brujería”. En una entrevista concedida a FARO recalcó en varias ocasiones que “no voy contra la medicina ni nada, yo hago mi trabajo. No he inventado nada, la medicina natural es ancestral”. “Llegué allí y no me conocía casi nadie y me hinché a recuperar a gente. Los atletas se conocían entre ellos y los españoles me traían a compañeros suyos para que los ayudara”, recordaba Torrado, que no se esperaba el homenaje del COE ni tampoco el que le hizo unos meses antes el Comité Olímpico de México por el 50 aniversario de la cita olímpica. “Ni me acordaba, han pasado muchos años ya”, comenta con humildad un hombre que trató a algunos de los deportistas más emblemáticos y que, a base de trabajo, se hizo su propio hueco en la historia y, lo más importante, en el corazón de todas las personas a las que ayudó durante su larga trayectoria profesional.

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