Lucía Fernández Coutado | Educadora social

“Prevenir la violencia de género no es algo exclusivo de mujeres, sino de personas”

“El mindfulness ayuda a reconocer el estrés, la ansiedad, a conocernos mejor”, asegura

Lucía Fernández Coutado. // FDV

Lucía Fernández Coutado. // FDV / Ana López

“El mindfulness se utiliza mucho para trabajar con las víctimas de la violencia de género e incluso para prevenirla, porque ayuda a reconocer el estrés, la ansiedad, a conocernos mejor y a canalizar las emociones”. Así lo asegura la educadora social Lucía Fernández Coutado, que impartirá la próxima semana el taller “Mindfulness para trabajar la igualdad de género” en la biblioteca pública de Pontevedra “Antonio Odriozola”. Es de carácter gratuito, pero se necesita inscripción previa.

– ¿Cuál es la aplicación del mindfulness?

– Trabajar a través del mindfulness consiste en conectar con el presente, básicamente, en el aquí y en el ahora.

– ¿De qué modo se puede aplicar a la igualdad de género?

– Hay muchos estudios que avalan los beneficios de la práctica del mindfulness, porque se identifican mejor los pensamientos, se provoca la aceptación de uno mismo, se tiene más conciencia de todo aquello que está pasando a tu alrededor... Se utiliza mucho para trabajar con las víctimas de la violencia de género e incluso para prevenirla, porque ayuda a reconocer el estrés, la ansiedad, a conocernos mejor y a canalizar las emociones. Y todo a través de la respiración y técnicas que se van trabajando en el taller.

Pasamos más del 50% de nuestra vida en ese momento de yendo al pasado y al futuro y no analizando el presente

– Es increíble que haya que trabajar para pensar en el presente, ¿tanto nos anticipamos a lo que va a ocurrir?

– Exacto. Siempre estamos pensando en qué haremos mañana, cuando todavía estamos viviendo el ahora. En mindfulness se habla de la “mente de mono”, que es cuando vas del pasado al presente, del pasado al futuro... tu cabeza está en muchos sitios pero no en lo importante, que es lo que estás pasando ahora. Pasamos más del 50% de nuestra vida en ese momento de yendo al pasado y al futuro y no analizando el presente.

– ¿Es un error más común en mujeres?

– En las mujeres ocurre con más frecuencia porque lo tienen más difícil a nivel de conciliación, laboral, familiar... Es algo generalizado porque en ningún momento desde que somos pequeñas se nos ha explicado cómo gestionarnos emocionalmente. Arrastramos muchísimas sensaciones que no sabemos qué son, qué nos está pasando, y no sabemos canalizarlas.

– ¿A quién va destinado este taller? ¿Solo a mujeres o también a hombres?

– Puede participar cualquier persona que así lo desee. Al final, prevenir la violencia de género no es algo exclusivamente de mujeres, sino de personas.

Arrastramos muchísimas sensaciones que no sabemos qué son, qué nos está pasando, y no sabemos canalizarlas

– ¿Y algún perfil en concreto?

– Sobre todo personas que estén sufriendo picos de ansiedad o que no sepan gestionar sus emociones y que necesitan ese espacio al día para dedicarse a ellas mismas. Muchas veces perdemos el autocuidado y de ahí esa ansiedad que nos aparece.

– ¿Debería iniciarse el trabajo de los educadores sociales desde edades más tempranas?

– Posiblemente, porque no se sabe bien qué es la educación social. La educadora o el educador social es un agente educativo que interviene en la realidad sociocultural de las personas para acompañarlas e intentar dar claves para mejorar momentos o situaciones de sus vidas que no están del todo plenas.

– El mindfulness trabaja también con la respiración, ¿tiene alguna relación con el yoga o el pilates? ¿Se pueden combinar?

– Sí, por supuesto. Siempre va a favorecer y propiciar mejores resultados. El midnfulness está muy unido al yoga, pero la idea fundamental es pensar más en ti mismo y cuidarte, eso que perdemos muchas veces.

Desde la pandemia hay muchísimo más estrés y depresión

– ¿Esta técnica está más presente en otros países o culturas?

– Estas técnicas vienen de la India, Tailandia... donde se practican muchísimo, como la meditación. Aquí, cada vez más, no solo vinculadas a la prevención de la violencia de género, sino también con mujeres que han sido víctimas del machismo. Al final funciona muy bien, porque aunque sea de modo obligado te dedicas un tiempo a ti. No somos capaces de decirnos: “venga, estos diez minutos son para mí”. Y es algo que mejora muchísimo la autoestima.

– ¿Cómo nos ha afectado la pandemia en este sentido?

– Muchísimo. Desde la pandemia hay muchísimo más estrés y depresión. Todo lo que conllevó una situación para la que no estábamos preparados para nada ha empeorado nuestros pensamientos, recurrentes y negativos. Porque nunca nos enseñaron a gestionar este tipo de situaciones.

– Es, cuando menos, innovador que este tipo de taller se celebre en una biblioteca...

– Cuando supe que se iba a celebrar ahí me alegró realmente. Son espacios públicos que llegan a toda la población, lo cual es muy enriquecedor. Incluir una actividad como esta, que aporta unas herramientas básicas, para que tú después puedas ampliar, es muy importante.

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El curso “Mindfulness para trabajar la igualdad de género” se celebrará en la biblioteca pública de Pontevedra “Antonio Odriozola” (calle Alfonso XIII) el próximo jueves, 9 de junio, en horario de 18 a 20 horas.

Estará impartido por la educadora social y mediadora intercultural especializada en mindfulness Lucía Fernández Coutado, técnica en violencia de género en “Creando, Educación Social”.

El taller es gratuito, pero es necesaria realizar la inscripción previa en la página web de la biblioteca de Pontevedra: bibliotecas.xunta.gal/pontevedra/gl. Las plazas son limitadas por cuestión de aforo.

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