SUSANA REGUEIRA | PONTEVEDRAMás blanco y luminoso, con nuevos capitonés pero la misma estética. El histórico café Carabela reabrió ayer sus puertas tras ser sometido a una renovación que buscaba conservar "su esencia clásica, no queríamos perder lo clásico para nada", señala la gerente, María del Carmen Gonzalo, que anoche ejerció de anfitriona en la reapertura.

Parte del mural que había sido desplazado en su día desde las inmediaciones de los baños hasta la zona de televisión y que recupera su posición original es de los pocos cambios que notarán los asiduos al Carabela al volver al emblemático café.

Éste cerró sus puertas el pasado día 23 para las obras de actualización, finalizadas las cuales conserva prácticamente sin alterar su imagen original, a la cabeza los murales del artista Conde Corbal situados sobre la barra.

También las características mesas y sillas, al igual que los capitonés, que han sido actualizados en un color tostado.

Las paredes blancas y una nueva iluminación contribuyen a reforzar una imagen más luminosa que "gusta mucho", señala María del Carmen Gonzalo, gerente del establecimiento.

Se han modernizado asimismo, los toldos, que cambian su color al negro, y los baños, cuya mejora era "la gran petición" de los clientes, destacan los responsables del café situado en la plaza de A Ferrería.

Otros cambios afectan a los equipamientos. María del Carmen Gonzalo señala en este punto que "disponemos de grifo bajo cero, es uno de los dos locales de la ciudad que cuenta con este dispositivo que garantiza que las cervezas llegarán completamente frías a la terraza".

Por lo que respecta a la reforma del anexo Bar Lugo, cuya reinauguración estaba prevista para la próxima semana, la hostelería confirma que se demorará. "Aún tardará porque la inversión es fuerte y la obra a realizar mucha"