El gobierno local tiene previsto aprobar mañana lunes el proyecto de "humanización" de la PO-12 y abrir el proceso para encargar las obras de reforma viaria de este primer tramo de la avenida de Marín, pese a que esa carretera todavía es, oficialmente, del Ministerio de Fomento. El concejal de Infraestructuras, César Mosquera, confía en que el retraso de esta transferencia no sea un obstáculo para acometer los trabajos, presupuestos en tres millones de euros, ya que "existe desde hace meses un convenio pactado que incluye esa cesión" y que podría estar firmado antes de que concluyan los trámites de licitación. En caso contrario "tampoco habría problemas, ya que el ministerio emitiría un informe favorable", insiste Mosquera.

Dar un tratamiento "plenamente urbano" y "humanizar" el primer kilómetro de la autovía de Marín, desde As Corbaceiras hasta la glorieta de Mollabao, es el objetivo de este anteproyecto y que, entre otras variaciones, propone eliminar el carril más exterior del vial (uno de los que conduce a Marín) y reemplazarlo por un paseo marítimo, mediante una pasarela de madera en voladizo sobre el mar, un carril-bici y una franja de estacionamiento para dar servicio a la Casa del Mar. Crear miradores sobre la ría, dotar de aceras al margen interior de la autovía y urbanizar dos de las calles perpendiculares (Simón Bolívar, donde se ubica la Casa del Mar, y Licenciado Molina) constituyen otros objetivos de esta propuesta.

El ámbito de actuación ronda los 900 metros, en los que se crearía esa pasarela de madera sobre el mar, incluido el puente sobre la desembocadura de Os Gafos, cuya estética se mejorará. En esa misma zona, también se aconseja remodelar por completo unas escaleras cuyo terreno presenta un hundimiento progresivo. En paralelo a la pasarela de madera, de al menos 2,5 metros de ancho, se crearía un carril bici de 2,2 metros más, que finalizarían, en ambos casos, en la rotonda de Malvar, en Mollabao, donde concluye esta "humanización". La reducción de cuatro a tres carriles se iniciaría en la rotonda de la calle Manuel del Palacio. A lo largo del paseo marítimo se proyectan dos miradores sobre la ría, uno de ellos aprovechando la vieja base de una antigua torreta de Fenosa, ocho metros dentro del mar. Al otro lado de la autovía se proyecta aprovechar el arcén para crear una acera más convencional hasta el solar que ahora ocupan los circos. A lo largo de todo el tramo, además, se proponen siete pasos de peatones, todos ellos elevados en badenes, con lo que el tráfico quedaría más calmado que en la actualidad.