Ellas son el respaldo de las madres

La asociación Redmadre recibió una donación de ropa y juguetes de Solidaridad Motera

Voluntarios de Solidaridad Motera entregan su donación a Redmadre.

Voluntarios de Solidaridad Motera entregan su donación a Redmadre. / Iñaki Osorio

Redmadre Ourense se encarga de dar respuesta a las necesidades de madres en situación de vulnerabilidad social. En la ciudad, la entidad cuenta con un pequeño almacén en la calle Noriega Varela, donde un grupo de voluntarias se encarga de recibir donaciones, organizar enseres y repartirlos entre las usuarias. “Lo que queremos es que las madres que tienen dificultades para sacar a sus hijos adelante sientan que tienen un apoyo, que no están solas”, explica María Antonia de la Iglesia, encargada del espacio.

Además de ropa infantil, el almacén también cuenta con juguetes, carros, sillas para el coche o cunas, entre otros útiles de primera necesidad. Los objetos provienen de donaciones privadas, así como de otras asociaciones. De hecho, un grupo de integrantes de Solidaridad Motera se acercó ayer al bajo de Redmadre para entregar una decena de cajas y bolsas con productos recogidos. “Nosotros recibimos muchas donaciones, así que cuando reunimos una cantidad grande de productos llamamos aquí por si les hacen falta enseres y se los traemos”, apunta Juan Carlos Blanco, presidente de los moteros. “Lo que más solemos necesitar son cosas para niños de 0 a 3 años, como calzado y ropa, además de carritos para recién nacidos, que son muy escasos”, indica María Antonia de la Iglesia, quien agradece la colaboración de Solidaridad Motera, iniciada hace ya un lustro. El colectivo ourensano también envía material infantil a otras zonas del mundo, como Senegal.

Aumento de la demanda

En los últimos meses, Redmadre detectó el incremento de la demanda de mujeres en riesgo de exclusión. “Actualmente atendemos a unas 160 mamás, hay muchísima gente que nos pide ayuda y los recursos que tenemos son escasos; necesitamos más para dar respuesta a su demanda”, asegura Elsa Bouzón, educadora social de la entidad. Ella y María del Carmen, la psicóloga, son las únicas dos trabajadoras de la asociación. El resto son voluntarias que no solo se encargan de gestionar el almacén, sino también de organizar actividades e impulsar proyectos. La mayoría de las madres que llegan a la entidad, donde reciben apoyo psicológico, socioeducativo y material, tienen entre dos y cuatro hijos.

El incremento de la demanda se traduce en una mayor necesidad de ropa infantil y enseres, así como de pañales y de alimentación infantil. En ese sentido, una de las principales dificultades de la entidad es la falta de un vehículo adecuado para transportar objetos y comida. “Las madres muchas veces no tienen vehículo para recoger aquí las cosas, y nosotras tampoco podemos acercárselas a su casa. La mayoría son mujeres que acaban de llegar al país, que no tienen absolutamente nada, ni medio de transporte ni dinero”, comenta De la Iglesia. “Es complicado también recoger donaciones de particulares o de asociaciones por no tener un vehículo propio”, completa Bouzón.

Colaboración

Ante el aumento de las necesidades, desde la entidad animan a la población a colaborar. “Cuando no tenemos algo, como un sacaleches por ejemplo, lo buscamos donde haga falta para poder cubrir esa necesidad”, resalta De la Iglesia. Por otra parte, la encargada del almacén señala la importancia de los fondos económicos. “Necesitamos que haya personas que se comprometan a donar dinero, tenemos que pagar a las trabajadoras, el local... Todos son gastos”, reconoce.

Al margen de la colaboración material, Redmadre también busca voluntarios para gestionar y ordenar el almacén. “En invierno, habitualmente tenemos dos horarios de apertura, pero como algunas son abuelas también tienen que encargarse de sus nietos, y otras todavía trabajan. En verano, de hecho, nos tenemos que poner de acuerdo con las vacaciones de cada una. Y cuando llegue septiembre tendremos que hacer el cambio de ropa... Necesitamos ayuda de más personas, porque es difícil atender a las madres bien, con tranquilidad, ordenar la ropa y recibir las donaciones simultáneamente...”, reconoce.

En casos urgentes, las voluntarias también acuden al propio domicilio de las mujeres para ayudarlas con el cuidado de los hijos. “Hay casos en los que la madre ha sido abandonada por su pareja, de repente se ve sola con tres o cuatro hijos y embarazada, y ahí vamos a su casa, nos ponemos de acuerdo entre nosotras para ver quién puede ir, y la ayudamos. Es una situación muy dura”, comenta De la Iglesia, que recuerda que el teléfono de Redmadre está disponible las 24 horas.

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