Hórreos, joyas etnográficas que se desmoronan: “Estoy alertando del riesgo a concellos y Xunta”

Arturo Fernández, uno de los principales investigadores de esta arquitectura popular, está llamando a las administraciones “pues a la pérdida del patrimonio, se une el peligro si los niños van a jugar a ellos este verano”

El investigador Antonio Fernández, ante unos de los hórreos en estado de ruina en Quintela.

El investigador Antonio Fernández, ante unos de los hórreos en estado de ruina en Quintela. / IÑAKI OSORIO

M.J.A.

Arturo Fernández lleva más de 40 años estudiando el patrimonio etnográfico de los hórreos, con miles documentados dentro y fuera de España, estudios, recreación en maquetas con las diferentes tipologías o exposiciones que muestran el deterioro de este valioso patrimonio de la arquitectura popular gallega, y hasta labor divulgativa, con charlas en las escuelas, para que los niños conozcan este rico legado antes de que se pierda.

Pero la degradación de este patrimonio es “cada día mayor. A la paulatina desaparición de muchos hórreos considerados piezas protegidas, sin que ninguna administración haga nada por restaurarlas, se une ahora el riesgo de que, dado su estado, se puedan desplomar sobre viandantes, pues en muchos solo quedan las columnas sin sujeción alguna”, indica.

Amoeiro: un hórreo en riesgo al borde de un camino.   | // FDV

Un hórreo en riesgo de caída entre Pereiro y Paderne / FdV

Por esto ha iniciado hace ya semanas otra cruzada personal no ya para salvar los hórreos, ante el escaso eco —afirma— en las administraciones, sino para, a través de avisos a concellos de la provincia de Ourense y a Patrimonio, “pedir que precinten esas construcciones en peligro de derribo. Porque, dado su estado, son un riesgo potencial para las personas. Muchos están en lo alto de un muro en calles de pueblos del rural, y actúo ahora porque estamos comenzado la época de vacaciones, en la que muchos niños se van a las aldeas y hay que evitar que los utilicen como lugar de juegos”.

Si un hórreo en grave estado de deterioro, cuyas piezas se caen, está en una zona comunal y se desconoce ya quién es el propietario o ha fallecido, “es el propio Concello el que tiene que asumir posibles daños físicos a terceros, por caída de tejas o de algunas de las piezas de piedra de la estructura. Así que al daño irreparable que pueda causar a los vecinos se suma la indemnización que tiene que pagar al afectado”.

Hórreo con riesgos de desprendimientos a una calle en Esgos

Hórreo con riesgos de desprendimientos a una calle en Esgos / FdV

Pone como ejemplo el caso de una niña que resultó gravemente herida al caerle encima una parte pétrea de un hórreo en un concello de la comarca de Ourense. “Fue un caso muy conocido, porque la niña quedó en muy mal estado y la indemnización en ese caso la pagó ese Concello”, explica.

La legislación de Patrimonio es muy confusa, afirma, “y de hecho cataloga como bienes protegidos los hórreos anteriores a 1901. Esto quiere decir que uno de 1902 en adelante no tiene la misma normativa, con lo que me pregunto cómo hacen para saber si el hórreo es anterior o posterior a esas fechas. Eso supone un trastorno para el propietario que quiere restaurarlo, por eso están tantos en estado de abandono”, explica.

Restos de columnas de un hórreo,  en Amoeiro, en peligroso equilibrio

Restos de columnas de un hórreo, en Amoeiro, en peligroso equilibrio / FdV

De hecho, “ese propietario debe encargar un proyecto de arquitecto si quiere restaurar su hórreo, presentarlo en Patrimonio y esperar a ver si la resolución es positiva”, indica Arturo Fernández. Según este investigador, “este es un problema añadido porque si el propietario es uno de esos pensionistas que cobra 600 euros al mes, no puede asumir el costo, y ese valioso patrimonio se sigue degradando y además es un riesgo público”.

La degradación de este patrimonio único es imparable pese a que hay cientos en la provincia “y con técnicas y modelos diferentes según la zona”, explica. Un estudio realizado hace 20 años por este investigador, por encargo del Concello de Amoeiro, “detectó solo en ese municipio 215 hórreos. “Si ahora volviera a realizarlo muchos ya no estarían en la lista”, asegura.

Lamenta además que en su llamada a Patrimonio, donde habló con un directivo, “este me dijo que estaba llamando al sitio equivocado, porque la preservación, y en este caso el precintado por razones de seguridad de estos elementos que están en toda las aldeas de Galicia, es competencia del propietario o del concello donde esté”.

Subraya la “sensibilidad de algunos alcaldes, que han tomado nota y están tratando de buscar soluciones. Ese es el caso de Pereiro, “donde el alcalde, Luis Menor, se interesó y, al igual que la jurídica, se comprometieron a buscar ya a los propietarios de un hórreo en ruinas en Pereiro de Aguiar, en el límite con Paderne de Allariz que si cae lo haría a una carretera”. Otros alcaldes, indica, “ni siquiera atienden a mi llamada de alerta”, lamenta.

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